Cristiano Ronaldo y Leo Messi. Dos nombres que han copado durante años todas las portadas, todos los escenarios, todas las celebraciones y todos los halagos. Dos estrellas del fútbol mundial que pasarán a la historia como los protagonistas de un duelo continuo por ver quién era mejor. El luso, al menos por el momento, va por delante.

Pero ese duopolio de éxito se ha visto amenazado por un veterano croata llamado Luka Modric. El jugador del Real Madrid es un ejemplo de constancia y personalidad. Un jugador completamente diferente a lo que se ha acostumbrado actualmente y que huye tanto de polémicas como de extravagancias. Sencillez dentro del campo y también fuera de él para llegar a lo más alto.

Y es que, ese objetivo con el que todo profesional se marca al embarcarse en una carrera deportiva, lo ha alcanzado sobradamente. Líder del Real Madrid y mismo papel en la selección croata. El de Zadar es todo un símbolo del fútbol balcánico y también de los valores que se defienden en la entidad merengue. Después de casi seis temporadas de blanco, el croata ya es el gran aspirante a mejor jugador del mundo.

El Mundial de Rusia le abrió la puerta del Olimpo del fútbol y tras el galardón en la competición de selecciones han llegado el resto de avales. Primero el premio a Mejor Jugador del Año en la UEFA, por delante de Cristiano y Salah, y recientemente la nominación al The Best. Esta será su última barrera antes del Balón de Oro.

Su irrupción, además de ser sorprendente debido a ese constante duelo entre Cristiano y Messi, ha provocado el destierro del argentino. Pero, principalmente, ha levantado un movimiento de apoyo entre los propios protagonistas del fútbol. El centrocampista cuenta con apoyo suficiente y hasta veteranos de la FIFA han dado explicaciones. Lo que es una realidad es que hay razones suficiente para que levante los próximos premios.

Modric, un veterano como el mejor del mundo

El jugador croata tiene la misma edad que Cristiano Ronaldo, aunque el físico no es ni mucho menos el mismo. Casi 33 años en un panorama futbolístico donde predominan los jugadores jóvenes y talentosos y, por ende, el potencial físico, Modric ha mantenido su hueco completamente intacto.

Por ello, ganar el premio al mejor del mundo sería una forma de reivindicar la veteranía de un jugador como el croata y recompensar a un jugador que comenzó jugando en Croacia, dio el salto al Tottenham y acabó consagrándose a nivel mundial en el Real Madrid.

Fin al dominio de los delanteros

Los galardones individuales se ha asociado a los goleadores durante esta última década. Cristiano Ronaldo y Messi, que han sido los ganadores predominantes, han ayudado a esa estandarización de que el mejor jugador del mundo debe ser un delantero que acumule grandes datos de cara a portería. 

Solo hay que ver los otros nombres que pelearon por el triunfo. Neymar o Salah, que son los últimos presentes en esta pelea, también ocupan posiciones ofensivas. Por el camino se han quedado jugadores lejanos a la delantera como Iniesta, Casillas o Buffon, muy sonados en estos últimos años.

Modric pondría punto y final a esa dinámica y abriría la puerta también al resto de jugadores de poder levantar los mejores trofeos a nivel individual de todo el planeta como ya hicieran otros hombres ajenos a la delantera como en su día Cannavaro.

Una carrera de éxitos

El rendimiento a nivel deportivo es el apartado más importante por el que Modric debe ganar el premio a The Best y el posterior Balón de Oro. Primero, por su reciente subcampeonato Mundial de Rusia con el premio al mejor de todo el torneo. Y segundo, por su papel en la tercera Champions consecutiva del Real Madrid.

Modric es el timón de un equipo histórico y eso cuenta a su favor. Ha ganado: 4 Champions, 3 Mundiales de Clubes, 3 Supercopas de Europa, 1 Liga, 1 Copa del Rey, 2 Supercopas de España, 3 Ligas de Croacia, 2 Copas de Croacia y 1 Supercopa de Croacia.

A todos estos títulos a nivel colectivo hay que sumar los premios recientemente levantados, tres presencias en el once FIFPro, un Balón de Oro y otro de Plata en el Mundial de Clubes y un galardón más como mejor centrocampista de la UEFA -que suma al último ganado-.

Una personalidad ejemplar

Encontrar a tipos corrientes en el mundo del fútbol se ha vuelto algo muy complicado. Ya sea por el nivel de vida que llevan y que lucen por redes sociales, o bien por sus estilismos y peinados, por sus declaraciones ante los medios o cualquier rama de la misma índole, personas como Modric escasean en el máximo nivel futbolístico.

Y de ahí que se ovacionado de todos los campos que ha salido sustituido. Alejado por completo de polémicas, sin acciones antideportivas en la memoria y manteniendo siempre una gran relación con compañeros de profesión y entrenadores. Un capitán perfecto al que todos admiran.