Uno de los jugadores que mejor actuación cuajó en San Mamés fue el francés Raphaël Varane. El Real Madrid no logró la victoria frente al Athletic en la cuarta jornada de La Liga, la primera después del parón por los compromisos internacionales, pero sí sumó un nuevo punto en uno de los campos más difíciles del territorio nacional.
El central francés fue titular en la Supercopa de Europa el pasado mes de agosto contra el Atlético de Madrid, pero se cayó del once incial en las dos primeras jornadas del campeonato doméstico ante Getafe y Girona, aunque sí que jugó la última media hora en Montilivi en sustitución de Marcelo, pasando Nacho al lateral izquierdo y actuando así Varane como pareja en el centro de la zaga de Sergio Ramos.
Ante el Athletic, el '5' blanco volvió a ser de la partida, cumpliendo con nota en labores defensivas pese a lo complicado que se puso el encuentro, en especial durante la primera parte. Pero el jugador ha ido entrando de forma paulatina en la dinámica y en la rotación, ya que fue uno de los últimos en incorporarse al trabajo en la pretemporada.
Lopetegui quiso que, siguiendo su plan con todos los jugadores, el futbolista galo tuviese un periodo de adaptación a las nuevas consignas que ya reinan en el vestuario madridista. Algo que ha seguido al pie de la letra con Modric, el último en llegar tras el Mundial de Rusia o con Courtois, que no fue titular hasta la tercera jornada liguera. Algo que también está haciendo con Mariano en estos momentos.
Actuación casi perfecta ante el Athletic
Ante el Athletic se vio a un Varane más enchufado, ese jugador que fue uno de los mejores en la Francia campeona del mundo, algo que le ha llevado incluso a colar su nombre entre los diez finalistas al The Best, aunque no opte a estar en el podio del premio de la FIFA.
Raphaël Varane tuvo un 91 por ciento de acierto en el pase ante el conjunto dirigido por Berizzo y ganó dos balones aéreos. Pero si por algo destacó el central galo en el encuentro es por resolver la papeleta en los varios desajustes defensivos tras las perdidas del Madrid, en especial durante los primeros 45 minutos en el Nuevo San Mamés.
El zaguero francés volvió a demostrar que la velocidad es una de sus mejores armas, ganando en carrera a los leones y desbaratando alguna posible contra que hubiese dejado a los del Athletic solos ante Thibaut Courtois. Esta rapidez a la hora de replegar se ha convertido en su sella de identidad.
Madurez en el Real
El jugador llegó con apenas 19 años del Real Madrid y sin apenas haber tenido minutos en la Ligue-1. Sin embargo, Mourinho y Zidane le avalaron y aquel fichaje de un prácticamente desconocido se ha convertido en uno de los mejores del mundo en su posición. Tanto es así que equipos como el Manchester United se le rifan y cada verano intentan convencerle para comenzar una nueva aventura lejos del Santiago Bernabéu.
A sus 25 años, el internacional por Les Bleus ha alcanzado su madurez. Desde la salida de Pepe del conjunto blanco, se ha convertido en uno de los jugadores que forman el teórico once de gala y lo ha conseguido por méritos propios. Pese a tener mucha carrera por delante, ya que es de la cosecha de 1993, es todo un veterano y el cuarto capitán del equipo tras la salida de Cristiano Ronaldo.
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