El Real Madrid se enfrenta este martes al CSKA de Moscú en el Estadio Olímpico de Luzhniki. El club blanco buscará aferrarse al primer puesto del grupo tras superar con relativa comodidad a la Roma en la primera jornada. El conjunto ruso, por su parte, llega de empatar ante la cenicienta del grupo, y una derrota ante los hombres de Lopetegui dejarían sus posibilidades muy mermadas. 

Uno de los grandes protagonistas del duelo es el central francés Varane. El zaguero vivirá un partido especial al volver a jugar en el estadio donde su selección se coronó como campeona del mundo tras derrotar en la final a la Croacia de Luka Modric. El '5' además tiene la posibilidad de salir con el brazalete de capitán si finalmente Mariano ocupa el puesto de Benzema.

El joven central galo admitió que este terreno de juego le trae "muy buenos recuerdos, la final del Mundial fue un éxito, cuando levantamos la copa es el primer recuerdo que me viene a la cabeza". Pero no todo se asemeja a aquel día histórico ya que "el vestuario era el otro, es lo único que cambia de la final". El suelo ruso es un gran talismán para el jugador merengue y piensa que "ojalá podamos ganar al CSKA". 

Varane aumenta su leyenda

El zaguero blanco, a pesar de contar solo con 25 años, ya ha demostrado que puede ser una gran leyenda. A su temprana edad tiene la posibilidad de portar el brazalete con su actual equipo, función que ya cumplió con Francia en los dos últimos amistosos. Todo un futuro por delante, pero el jugador sigue creciendo a pasos agigantados y cuenta con 4 Champions League y una Copa del Mundo. 

Su inicio de temporada con el Madrid ha ido de menos a más, teniendo en cuenta que se incorporó más tarde, ya que disputó la final del Mundial de Rusia. El '4' está llamado a ser uno de los grandes sucesores de Sergio Ramos, con el que viene formando una de las mejores parejas de centrales de toda Europa.