El Real Madrid continúa con su línea de fichar jóvenes promesas de todo el mundo. Los dos últimos movimientos que han creado un gran revuelo son Vinicius y Rodrygo. Los dos jóvenes brasileños son las dos estrellas más prometedoras de su selección nacional y del conjunto blanco, y están llamados a ser los líderes del futuro ataque de ambos conjuntos.
Tanto Vinicius, que ya está en el Real Madrid, como Rodrygo, que todavía sigue en el Santos pero el año que viene pasará a formar parte del cuadro merengue, tienen todavía mucho camino por recorrer. Sin embargo, tienen el ejemplo perfecto a seguir en la plantilla actual de la entidad de Chamartín: Marcelo.
El lateral brasileño vivió una situación parecida a su llegada al Real Madrid. También llegó siendo muy joven. Era un auténtico desconocido para la gran mayoría de los aficionados blancos, que se preguntaban qué rendimiento ofrecería el tiempo que estuviera en el equipo madridista, un crecimiento que, visto en la actualidad, ha quedado fuera de toda duda, llegando a convertirse en el segundo capitán del equipo.
La evolución de Marcelo en el Real Madrid
Marcelo llegó al Real Madrid con solo 18 años, y su papel no estaba del todo definido. Al igual que ha ocurrido con Vinicius, la intención del club era que formara parte del Castilla. Sin embargo, en su caso trabajó para convencer al club y hacerse un hueco en el primer equipo, algo que consiguió nada más llegar.
Comenzó siendo suplente de Roberto Carlos, su gran apoyo a su llegada a Madrid. Aprendió de su compatriota, que le guió para que llegara a ser importante en el equipo. Gracias a esta ayuda tras la marcha del ya exfutbolista, Marcelo estaba preparado y se hizo con el puesto de titular, algo que no ha soltado, salvo en momentos específicos, hasta la actualidad.
Ahora es un hombre clave de la plantilla y nadie discute su importancia en el equipo, teniendo solo por delante a Sergio Ramos. Junto al camero ha celebrado la gran cantidad de títulos conquistados durante su carrera. Ha ganado todo lo posible, destacando las cuatro Champions League. Sin embargo, no solo está en las buenas, también en las malas. Por su rol en la plantilla también sale a dar la cara cuando las cosas no van bien, una actitud de la que deben aprender las dos jóvenes promesas madridistas si quieren llegar a lo más alto.
El crecimiento también con Brasil
La línea ascendente de Marcelo a lo largo de su carrera no se ha producido solo en el Real Madrid. Con la selección brasileña, el lateral ha seguido un camino parecido. Al igual que Vinicius, debutó con la Sub20 formando parte ya de la entidad de Concha Espina. Allí disputó solo cuatro partidos, en los que fue indiscutible en el once.
De allí dio el salto a la selección olímpica, siguiente paso para Rodrygo y Vinicius. Con este equipo llegó a disputar los Juegos Olímpicos, acabó tercero en 2008 y con la que perdió contra México en la final. Pese al mal sabor de boca por esta decepción, Marcelo ya se había hecho un hueco y continuó con su ascenso en la Canarinha que solo fue cortado por Dunga. El técnico brasileño, con un estilo claramente defensivo en su equipo, no veía capaz de encajar en su esquema al madridista. Pero con la llegada de Tite esto ha vuelto a cambiar y ahora es indiscutible en la defensa.
Tanto Vinicius como Rodrygo quieren triunfar en el Real Madrid y la selección brasileña. Sin embargo, el éxito requiere de paciencia. Tanto el ex del Flamengo como el actual futbolista del Santos deberán ir ascendiendo con esfuerzo y trabajo cada peldaño hasta llegar a lo más alto. De esta manera llegarán a ser los líderes en ataque que esperan todos los aficionados brasileños y los madridistas.
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