Corren nuevos tiempos en el Real Madrid. Julen Lopetegui fue destituido el pasado lunes, tras consumar una nueva derrota esta vez en el campo del eterno rival en el primer Clásico de la temporada. En lugar del técnico vasco ha sido nombrado como entrenador interino Solari, quien en sus dos primeros partidos como dueño del banquillo merengue ha logrado dos victorias, ante el Melilla en la Copa del Rey y frente al Valladolid en La Liga. Entre uno y otro equipo, hay cambios significativos.

La apuesta por Vinicius

El futbolista brasileño tan solo llegó a disputar 12 minutos en partido oficial con Lopetegui en el banquillo del conjunto blanco. Una falta de protagonismo que ha señalado directamente al exseleccionador nacional, quien no confió en el futbolista que más ilusiona a la afición.

Sin embargo, con Santiago Hernán Solari en el banquillo, Vinicius Júnior ya es uno más en las rotaciones. Contra el Melilla estrenó titularidad con el primer equipo, pero es que además jugó todo el partido. Después, esta misma semana ante el cuadro pucelano, el extremo de 18 años fue uno de los cambios del argentino. Un cambio que revolucionó el partido y acabó de dar la victoria al Real Madrid.

Fin a la sequía goleadora

Hasta ocho horas acumuló el equipo de Julen Lopetegui sin perforar la malla rival. Ocho horas que condenó al técnico vasco y también al conjunto blanco, ya que se cayó en la segunda jornada de la fase de grupos contra el CSKA, pero también se perdieron puestos en la clasificación de La Liga. Sin embargo, la llegada de Solari ha sido un soplo de aire fresco. No en vano, el Madrid suma seis goles en tan solo dos partidos con el exfutbolista en el banquillo.

Cambios ofensivos con 0-0

Si por algo ha sido criticado Lopetegui, además de por su falta de confianza en Vinicius, fue por su política de cambios: tardíos y sin riesgos. En el debut del argentino en el Santiago Bernabéu se vieron unos cambios más tempraneros, pero también que cambiaban el sistema como hacía falta. 

El primero de ellos fue el de dar salida a Isco por Casemiro. El mediocentro brasileño aporta equilibrio y seguridad, pero con 0-0 en el marcador, el Real Madrid necesitaba de la magia y el toque del de Arroyo de la Miel. Un cambio ofensivo, que junto a la salida de Vinicius y Lucas Vázquez cambió por completo el partido.

Pintus vuelve a mandar

El preparador físico italiano vuelve a ser el que lleva las riendas en Valdebebas. Con Julen Lopetegui, Pintus se había visto relegado a un segundo plano por la presencia de Óscar Caro, pero tras el aterrizaje del ex del Castilla en el primer equipo ha vuelto a comandar la preparación física del Real Madrid. Los jugadores confían en el italiano, quien llegó de la mano de Zidane y ha sido pieza clave en los éxitos de estos últimos años.

Meritocracia

No se casa con nadie. Santiago Solari ha dejado claro que para él no hay indiscutibles dentro de su plantel de hasta 24 futbolistas. Esto se pudo comprobar contra el Valladolid precisamente en la ronda de cambios en la segunda mitad. Casemiro, Bale y Asensio fueron los elegidos por el técnico argentino para salir del terreno de juego.

En la rueda de prensa previa de ese partido, el entrenador merengue ya puso de relieve que en su pensamiento no existía un plan A y un plan B, ya que el equipo B para Solari no es otro que el Castilla, al que conoce perfectamente y lo ha demostrado haciendo debutar ya a Javi Sánchez y Cristo.

Confianza en Odriozola y Reguilón

Los dos jóvenes laterales han sido de la partida en los dos encuentros con Solari en el banquillo. Las bajas de Marcelo y Dani Carvajal han mermado a la defensa, sí, pero con Lopetegui como entrenador otros como Nacho y Lucas Vázquez habían venido ocupando el hueco en los laterales en lugar de Odriozola y Reguilón, quienes han demostrado que están a las alturas de las circunstancias.

Más libertad para Asensio

Marco Asensio ha sido titular en los dos partidos con Solari. Con Julen Lopetegui también había ganado peso en el esquema respecto a temporadas anteriores, pero es con el argentino con quien se ha podido ver a un Asensio con mayor alegría y libertad sobre el terreno de juego. El '20' aún no ha recuperado su mejor nivel, pero no fijarle en la banda ha provocado que se vea una mejor versión de él que a lo largo del último mes.

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