Isco atraviesa por su momento más complicado de los últimos años. El mediapunta de Arroyo de la Miel ha visto como su protagonismo en el Real Madrid ha ido perdiendo peso. Tras el revés de la intervención quirúrgica a la que tuvo que someterse el pasado mes de septiembre -por un proceso de apendicitis aguda-, el futbolista estuvo unas semanas alejado de los terrenos de juego. Su regreso no está siendo sencillo.
El internacional español aún no ha recuperado su mejor versión. Después de su periodo de convalecencia, Isco Alarcón no ha vuelto a ser el que era. Julen Lopetegui sí optó por darle minutos importantes al recuperarse al trabajo de grupo en la Ciudad Real Madrid, pero Solari ha elegido una estrategia muy diferente. Con el técnico argentino como entrenador del primer equipo, el malagueño todavía no ha disputado ningún encuentro como titular e incluso se ha quedado sin minutos en dos de ellos -contra el Melilla fuera de la convocatoria y ante el Celta en el banquillo-.
En total, con Santiago Hernán Solari como entrenador, el '22' blanco acumula 51 minutos de 360 posibles. Unos números llamativos cuando se está hablando de uno de los jugadores más importantes de los últimos años y sobre todo durante la última etapa de Zinedine Zidane como técnico del Real Madrid. Compañeros como Lucas Vázquez o Vinicius Júnior sí que han sabido dar un paso adelante desde el nombramiento del míster rosarino.
Actuación irregular con la Selección
Isco es uno de los fijos en el combinado nacional. Para Lopetegui era innegociable su presencia, incluso en los momentos en los que no gozaba de tantos minutos en el conjunto blanco. Para Fernando Hierro también lo fue durante el Mundial de Rusia y la dinámica no ha cambiado con Luis Enrique como seleccionador de España. Sin embargo, ante Croacia en Zagreb el pasado jueves se volvió a ver a un jugador sin esa magia y brillo que tanto le ha caracterizado en su etapa como profesional.
Sin embargo, con la Selección tuvo destellos ante el equipo de Luka Modric. Destellos pero no regularidad en el juego, que es lo que se le pide a un jugador de su nivel y estatus tanto en el Real Madrid como en el propio combinado nacional. Su bajada de rendimiento lo ha notado el equipo merengue, pero también la selección española, en la que Isco es uno de los pesos pesados del vestuario y también del juego.
Cambios antes del nuevo año
El gran objetivo es que el mediapunta sea aquel que dio un paso adelante con Zidane en el banquillo. El Madrid hace cuentas y no es descabellado pensar en recortar aún más puntos e incluso ser líderes a principios de 2019. Para ello, Isco tiene que mejorar su actual nivel. Su recuperación suele ser sinónimo de éxito para los merengues.
El plan del futbolista malagueño es conseguir que Solari confíe en él para tirar del carro. El argentino ya ha declarado que para él no hay innegociables y que no le tiembla el pulso a la hora de colocar en el once a menos habituales o incluso para dar la alternativa a canteranos como Javi Sánchez o Cristo. Sin embargo, también sabe que Isco es una piedra angular del equipo y que si está al cien por cien puede marcar la diferencia.
El internacional español quiere volver a ser un 'fijo' en el once. Un puesto para las grandes citas, en las que todo futbolista quiere estar. Está en su mano. Trabajo y recuperar el tono físico tras la operación. La calidad le viene de serie.
[Más información: Maldini: "La suplencia de Isco no debe ser fácil de gestionar"]
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