Benzema y su objetivo frente a la Roma: ser clave en un partido grande

El Real Madrid ha pasado por altibajos esta temporada. El conjunto blanco no ha conseguido mantener una línea estable, lo que hizo que Julen Lopetegui acabara siendo destituido de su cargo como técnico de la entidad de Chamartín. Sin embargo, con la llegada de Santiago Solari el panorama parecía haberse estabilizado hasta el pasado sábado contra el Eibar.

Una situación parecida ha vivido Karim Benzema este curso. El francés arrancó la campaña de la mejor manera posible. Sin embargo, a partir de la jornada 4 de La Liga el delantero merengue se estancó. Pero con la llegada del actual técnico blanco, el ariete ha vuelto a mostrar todas sus armas y sacar su mejor versión, hasta que, como el resto del equipo, el duelo en Ipurua supuso un frenazo.

Sin embargo, contando este compromiso como un borrón del que aprender la lección, Benzema ha vuelto a dar su mejor rendimiento. El francés vive un momento dulce en el que ha sido clave para su equipo en los últimos partidos, en los que con goles y creando acciones de peligro ha provocado que el marcador acabara siendo favorable en cuatro de los últimos cinco duelos.

En estos partidos Benzema ha marcado cuatro goles -uno al Melilla, dos al Viktoria Pilsen y otro al Celta de Vigo- y provocó el penalti en el duelo contra el Valladolid que acabó con el 2-0 que marcó Sergio Ramos y que supuso la tranquilidad en un duro partido de La Liga.

Karim Benzema durante el calentamiento en el Santiago Bernabéu frente al Real Valladolid REUTERS

La espina clavada de Benzema

Sin embargo, a pesar de estos buenos números en los últimos partidos, a Benzema todavía le queda una espina clavada, y es que desde que marcara al Atlético de Madrid en la Supercopa de Europa, el primer partido oficial de la temporada, no ha conseguido ver puerta todavía en un partido importante este curso.

Ante la Roma, en la primera jornada de la Champions League, no logró marcar, y lo mismo ha ocurrido en La Liga. El ex del Olympique de Lyon no ha conseguido ver puerta contra ninguno de los considerados equipos importantes de la competición doméstica.

Así las cosas, frente al Sevilla, el Barcelona o el propio Atlético de Madrid se quedó sin perforar la portería rival, y solo los azulgranas acabaron recibiendo algún tanto del conjunto blanco, aunque el resultado final fue una derrota. Este bache en estos encuentros es algo que quiere cortar de raíz este mismo martes en la penúltima jornada de la fase de grupos de la máxima competición europea.

Benzema regatea ante Javi Sánchez y Lucas Vázquez

Clave en el Olímpico de Roma

El Real Madrid necesita este martes una victoria en el Olímpico de Roma que certifique la clasificación del conjunto blanco como primero de grupo para la siguiente fase. De esta manera, el duelo frente al CSKA de Moscú de la última jornada será un mero trámite y no un compromiso en el que tengan la presión de conseguir el pase a los octavos de final.

Para lograrlo, gran parte de las posibilidades pasan por los pies de Benzema. El galo es, junto a Gareth Bale, el encargado de hacerlos goles del encuentro, o al menos crear las ocasiones de peligro que puedan acabar en un tanto de alguno de sus compañeros.

Benzema llega en racha, y no solo en la competición doméstica. Tras las dos primeras jornadas de la Champions en las que no vio puerta, el Viktoria Pilsen recibió tres tantos en dos encuentros del ariete, que sirvieron para abrir la lata en ambos encuentros. La máxima competición europea es, además, su competición fetiche, habiéndose colocado ya como el cuarto máximo anotador histórico, solo por detrás de Cristiano Ronaldo, Leo Messi y Raúl, y habiendo superado ya a leyendas del tamaño de Van Nistelrooy, Henry o Ibrahimovic. Por lo tanto, los precedentes hacen ser optimistas de cara al duelo de este martes frente al conjunto entrenado por Di Francesco.

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