El once del Real Madrid contra la Roma no dejó indiferente a nadie. Muchos quedaron sorprendidos por el hecho de que Isco se quedara en la grada del Olímpico, pero eran pocos los que se esperaban que Marcos Llorente fuese titular. Solari aprendió del Eibar y apostó por el único mediocentro al uso que tiene para sustituir a Casemiro.
La apuesta le salió bien. Marcos Llorente, que llegaba sin apenas ritmo y con la poca confianza que debe generar pasar meses y meses apartado, cumplió. Y no solo eso, hizo un partido más que fiable, en el que solo sus ganas por destacar le llevaron a forzar algún error. Tampoco se le puede reprochar esto. Para una vez que jugaba quería aprovecharlo para mandar un mensaje. Mensaje que ha llegado a todo el madridismo.
Llorente está para aportar. Es una pieza que vale mucho más que para rellenar convocatorias y ser luego enviado a la grada. En estos meses ha tenido que ver como Valverde le pasaba por la derecha y como solo la Copa del Rey le daba minutos (los únicos hasta Roma). La lesión de Casemiro parecía que por fin le haría entrar en el equipo, pero no fue así en Eibar. Solari sacó un centro del campo con Modric, Kroos y Ceballos, pero no funcionó.
Llorente liberó a Modric y Kroos en Roma
Con la lección aprendida, Solari tomó nota de que al croata y al alemán había que acompañarles de un jugador de un perfil más defensivo. Un Casemiro. Siendo Fede Valverde más un box to box, el único '5' puro que encontró en su plantilla era Marcos Llorente. Un jugador que aportara músculo y que liberara a Modric y Kroos, porque no solo Llorente lo hizo bien sino que permitió ver una mejor versión de sus dos compañeros.
Sobre todo le vino bien a Modric tener a su lado a Llorente. El croata, quien lleva todo el curso sufriendo en el plano físico, se vio liberado de la obligación de tener que ser él el primer pase y quien mueva la pelota desde la base del centro del campo.
Con su partido en Roma, Llorente merece volver a jugar. No tardará mucho en tener otra oportunidad que le podría llegar este mismo sábado contra el Valencia o en Copa entre semana frente al Melilla. A ojos de un Santiago Bernabéu que quiere volver a ilusionarse y qué mejor que con un chico de la casa que lucha por reivindicarse. Por qué no hay que olvidar que hace 24 horas estaba sentenciado.
De sentenciado a dar la sorpresa
Llorente estaba abocado a una cesión (o incluso un traspaso) en el próximo mercado invernal. Sin hueco con Zidane, Lopetegui y Solari, tras convencerse de seguir este verano, no le quedaba otra que salir del Madrid. Ofertas no le faltarían, pero siempre le quedaría la 'espinita' de no poder triunfar en 'su' club, el Real Madrid. "No ha sido una temporada fácil, pero quiero triunfar aquí", así se expresaba tras el partido. Tampoco descartaba una salida, sabe lo que hay, pero al menos tendrá la oportunidad de luchar por su continuidad durante el próximo mes.
Solari ha podido descubrir quién es Marcos Llorente. Otra sorpresa para el argentino, como Reguilón. El lateral aprovechó la oportunidad que le dio el entrenador para sustituir al lesionado Marcelo y se reivindicó tras apenas contar para Lopetegui. Ahora Llorente se une al 'club'. Mientras figuras como Isco o Asensio no terminan de encontrar su sitio, los menos habituales dan un golpe sobre la mesa a base de trabajo y más trabajo. Al menos, el ex del Alavés se ha ganado otra oportunidad.
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