Cada vez falta menos para que se juegue un partido histórico. River Plate y Boca Juniors jugarán el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores en el estadio Santiago Bernabéu. Los incidentes sucedido en el Monumental obligaron a la Conmebol a cambiar la sede del encuentro, trasladándolo a Madrid.
La expectación es máxima, y ambos clubes ya han llegado en sus respectivos autobuses al tradicional feudo del Real Madrid. Aclamados por la afición y con los jugadores animando desde el interior del vehículo, pero sin apedreamientos, estampidas y demás incidentes como los que se vivieron en Buenos Aires semanas atrás.
Con los seguidores de ambas aficiones separados por 250 metros de la calle Padre Damián y más fiesta dentro de los autobuses -donde los jugadores de las dos plantillas iban cantando y golpeando los cristales que fuera, porque los hinchas estuvieron más preocupados por grabar con su celular que por entonar cánticos, River fue el primero en llegar, sobre las 18.40 horas.
Boca arribó al estadio Santiago Bernabéu apenas cinco minutos después, en un autocar idéntico al de su rival y que, como el de River, no llevaba ningún distintivo que lo identificase, sin que se produjese altercado alguno en una jornada que, por el momento, transcurre sin incidentes y con un fortísimo dispositivo policial.
[Más información: Así se vive la previa de la Libertadores en las fan zone de River y Boca]
Noticias relacionadas
- 'Vuelan' las bufandas de River y Boca a pocas horas de la final
- Así se vive la previa de la Libertadores en las fan zone de River y Boca
- El lío en que se mete Boca Juniors si se proclama campeón de la Libertadores
- La afición de Boca toma el metro de Madrid y calienta la final
- Todas las medidas de seguridad posibles en Madrid y en el Santiago Bernabéu
- Palacios debuta en el Santiago Bernabéu: examen a la próxima perla del Madrid