Muchos años atrás el Real Madrid tenía un gran problema en su cantera. Los chicos de las categorías inferiores apenas tenían oportunidades y veían de reojo como La Masía triunfaba en el Barcelona. Unos papeles que se intercambiaron hace ya un tiempo y es que La Fábrica se ha convertido en la envidia de toda España y una de las canteras más potentes de toda Europa.

El último éxito ha llegado de la mano del Infantil B que este sábado ganaba LaLiga Promises. Un torneo de gran calado internacional y que reunió en Arona a las grandes canteras del mundo. Los niños de Juanjo Crespo se reivindicaron al estilo del Real Madrid: a la épica. Jugadores como Daniel Gudjohnsen, Jacobo o el portero Gonzalo Castillo triunfaron, pero sobre todo triunfó un modelo que va desde el primer equipo hasta los más pequeños: el Madrid nunca se rinde.

LaLiga Promises, el broche de oro al 2018

Hacía 16 años que el Real Madrid no ganaba este torneo, desde 2002, pero tan solo ha sido el último éxito de la cantera en este 2018. El Juvenil B, el Juvenil C, el Cadete B, Infantil A, el Alevín A... todos ellos ganaron sus ligas. Nombres ilustres como Raúl o Xabi Alonso siguen nutriendo la base madridista que sigue produciendo también grandes entrenadores (y sino que se lo digan a Zidane y Solari). Y los más mayores de La Fábrica también triunfan.

El Juvenil A se despidió de Guti en verano, pero sigue estando en lo más alto, ahora con Poyatos. La Youth League, el título que se le resiste, se ha convertido en su gran objetivo. El Madrid ha sido un rodillo en la fase de grupos y es uno de los claros favoritos a lazarse campeón, con jugadores que la están rompiendo como el brasileño Rodrigo Rodrigues o Miguel Baeza. Dos ejemplos de lo que viene haciendo el Madrid en los últimos años: nutrir su cantera de los mejores talentos del mundo y seguir produciendo desde la base las estrellas del futuro.

El Castilla, tras dos años de dudas, ha levantado el vuelo y vuelve a estar en la lucha por el ascenso a Segunda. Marcha tercero gracias a un gran inicio de temporada con Solari y la continuidad lograda con Manolo Díaz, todo un veterano en la base merengue. Cristo, Fran García, Fidalgo, Seoane, De La Fuente... son parte de una generación prometedora. Sin olvidarse de dos de sus mayores talentos (César Gelabert y Franchu), que lamentablemente sufrieron este año una grave lesión al romperse ambos el cruzado, pero a los que se les espera de vuelta.

El gran beneficiado de todo esto, como no puede ser de otra forma, es el primer equipo. Para empezar, ha vuelto a encontrar la tranquilidad con Solari en el banquillo, que hasta octubre dirigía al Castilla. Como si se reviviera el capítulo de Zidane, el argentino ha caído de pie en su llegada al primer equipo. En su haber tiene ya su primer título (el Mundial de Clubes) y un ilusionante proyecto por delante para alargar el reinado del Madrid del último lustro.

El Juvenil C, la joya de la corona

El equipo comandado por Manu Fernández es el gran diamante de la cantera madridista. El Juvenil C es el líder destacado del Grupo I de la primera división autonómica. Con 37 puntos en catorce partidos disputados hasta la fecha, el filial merengue aventaja al segundo clasificado -Rayo Ciudad Alcobendas- en siete puntos después de firmar doce victorias, un empate y tan solo una derrota en la 2018/2019.

Los mirlos ganan peso en el vestuario del Madrid

En el vestuario del Madrid, la cantera cada vez pesa más con hasta diez canteranos entre sus filas: Casilla, Nacho, Carvajal, Casemiro, Marcos Llorente, Lucas Vázquez, Mariano, Valverde, Reguilón y Javi Sánchez, estos tres últimos habiendo ascendido este año al primer equipo. Mención especial se merece Marcos Llorente, el último mirlo en explotar entre los grandes, gracias a su constancia y su luchar por triunfar en el Madrid. Solari, en sus dos meses, ya ha hecho debutar a varios canteranos con el primer equipo: el propio Javi Sánchez, Cristo, Franchu y Fidalgo.

La buena gestión del Real Madrid con su cantera da sus frutos. No solo se fichan jóvenes de fuera, sino que se moldean otros tantos desde abajo. Es la fórmula que implantó hace varias temporadas en el club blanco y la que le ha convertido en la cuna de los próximos talentos del fútbol mundial. Mientras, el Barcelona pasa ahora por una profunda crisis en su base. Donde mandó La Masía una década atrás, reina ahora La Fábrica.

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