Sergio Ramos fue el primero que hizo un llamamiento a la afición. Como en las grandes noches europeas, los jugadores del Real Madrid querían sentir el calor de los seguidores blancos de camino al Santiago Bernabéu. El billete para la final de la Copa del Rey está en juego y nada menos que ante el eterno rival, el Barcelona. Los aficionados madridistas no decepcionar al equipo y acudieron en masa para dar el último aliento antes del partido a los suyos.

La Plaza de los Sagrados Corazones era el punto de encuentro. Allí había dado cita el capitán a todos los seguidores. Niños y pequeños acudieron con camisetas, bufandas y banderas. Desde el Real Madrid se venía repitiendo en los últimos días que, precisamente, es la afición el jugador número 12, los que deben empujar como uno más desde la grada, además de en la previa, en el Santiago Bernabéu.

Durante los últimos años, los aficionados merengues han sido llamados por el club y la plantilla en las grandes citas. Recibimientos épicos para partidos históricos. Muchas remontadas en la Champions League han comenzado desde las horas previas a esos encuentros, cuando el madridismo se unía para decir "aquí estamos y estaremos con vosotros hasta el final".

Los aficionados blancos nunca defraudan y sus recibimientos siempre están a la altura del equipo o incluso más. El 1-1 de la ida en el Camp Nou dejaba abierta la eliminatoria para el choque de vuelta. Pero todos saben que el Barcelona necesita marcar al menos un gol si quieren estar en el Benito Villamarín el próximo sábado 25 de mayo.

Un ejemplo

La afición del Real Madrid ha vuelto a demostrar, una vez más, que tiene un comportamiento ejemplar. Pese a los cientos de personas que se congregaron en la Plaza de los Sagrados Corazones, no se produjeron incidentes. Algo que es de lo más habitual cuando otras aficiones se aglomeran de una forma semejante. Los seguidores blancos, de 10.

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