Gareth Bale entró en la lista de convocados del Real Madrid después de dos partidos quedándose fuera. Se esperaba verle sobre el verde del Santiago Bernabéu ya que, presumiblemente, abandonará el club blanco una vez dé comienzo el mercado de fichajes del periodo estival. Sin embargo, Zinedine Zidane no le incluyó entre los once elegidos para enfrentarse al Betis y tampoco fue uno de los tres cambios.

Pese a saberse suplente, la sonrisa acompañó al extremo durante todo el partido. Incluso cuando el Real Madrid iba por detrás en el marcador, 'El Expreso de Cardiff' no torcía el gesto. Entonces ingresó Asensio en el terreno de juego por Brahim, luego Isco por Fede Valverde... y el último y tercer cambio lo protagonizó Lucas Vázquez. El gallego era el elegido para relevar a Vinicius y así, Bale se quedó hasta el pitido final sentado en el banquillo.

Entonces se torció el gesto del internacional galés, quien se quedó serio. Fue entonces cuando Toni Kroos comenzó a hablar con él y ahí se le volvió a ver sonriendo por momentos. Después de que Undiano Mallenco pitase el final del encuentro, el todavía '11' blanco fue el primero en poner rumbo a vestuarios, sin un gesto a la grada, algo que sí tuvo su compañero Keylor Navas, quien también ha parecido vivir su último partido defendiendo el escudo del Real Madrid.

Pulso Zidane - Bale

El entorno de Gareth Bale, personificado en la figura del agente del futbolista, Jonathan Barnett, ha hecho una campaña para que el jugador se quede aparentemente. El controvertido representante no ha dudado en señalar una y otra vez que el extremo quiere continuar en el Real Madrid. Sin embargo, tan reiterativo se ha mostrado Barnett como un Zidane que abre la puerta de salida para el de Cardiff.

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