El fútbol es impredecible y sino que se lo digan a James Rodríguez. El futbolista ha pasado por varios equipos de Europa desde que decidió cruzar el Atlántico siendo prácticamente un desconocido. Después de ir haciéndose un nombre, llegó al Real Madrid en el verano del 2014 tras ser la revelación del Mundial de Brasil. Luego de un paso por el Bayern Múnich como cedido, el jugador volvió en julio a la casa blanca con muchas dudas a su alrededor.
Rumores de salida, interés de Nápoles y Atlético de Madrid, dirigentes de uno y otro hablando sobre su posible incorporación... Un verano complicado para un James que continuó entrenando a las órdenes de Zinedine Zidane, pero sin poder disfrutar de un solo minuto en la pretemporada del conjunto blanco. Y así llegó septiembre y con él el fin del mercado.
James obtuvo así su hueco en la plantilla del Real Madrid. Con el '16' como dorsal se abrió una nueva etapa para el internacional cafetero. Zidane dijo desde el principio que iba a contar con todos y que si tanto el colombiano como Bale formaban parte del plantel, también disfrutarían de minutos como el resto. No mintió el técnico galo respecto a su plan con ellos.
Seis partidos -cinco en La Liga y uno en la Champions League-, una asistencia y 314 minutos es el balance de James Rodríguez durante lo que va de temporada 2019/2020. El futbolista hizo una auténtica declaración de intenciones ante los medios de comunicación: quiere que este sea su gran año en el Real Madrid y poder triunfar vestido de blanco como era su sueño. Tampoco parece que vaya a faltar a su palabra.
Siempre que le han dado la oportunidad ha demostrado que tiene mucho fútbol en sus botas. Pero en los últimos encuentros disputados por el equipo merengue ha ido perdiendo protagonismo. 8 minutos ante Osasuna, 13 frente al Atlético de Madrid y fuera de la convocatoria contra el Brujas. Ante los rojiblancos acabó con unas molestias y Zidane decidió aprovechar y darle descanso en la Champions League.
Más protagonismo
Sin embargo, el guion que esperaban desde el Real Madrid quedó muy lejos de cumplirse en el Santiago Bernabéu. Es ahí donde se echó de menos la calidad de James y también su capacidad para conectar entre líneas. Zidane necesita ahora al mediapunta, su magia y sus ganas de hacerlo bien. Si alguien tiene la ambición y hambre que necesita el equipo, ese es el colombiano.
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