La nueva escuela va abriéndose paso en el Real Madrid. Los más jóvenes y los nuevos empiezan a ganar peso en el equipo de Zinedine Zidane, quien en verano decidió apostar por mantener el núcleo de su vieja guardia. La confección de la plantilla corrió de su cuenta, confió en los suyos, pero en las últimos encuentros se ha visto una tendencia que va introduciendo caras nuevas entre el grupo que conquistó las tres Champions League consecutivas.
Al Madrid le está costando arrancar en esta segunda etapa de Zidane. Cada partido acaba siendo un suplicio para llevarse los tres puntos y pinchazos como el de Mallorca han enseñado las costuras de la plantilla. La culpa bien se le puede echar a Zidane o al equipo. O incluso a ambos. La realidad es que ni el técnico francés parece tener ese aura que le rodeaba en su primer etapa ni lo más veteranos del equipo están a su máximo nivel.
Una renovación parcial
Entre la pasada temporada y la actual, lo que se tiene en claro es que los grandes señalados son aquellos que fueron los pilares de Zidane entre 2016 y 2018. Algunos de los más veteranos han dado un paso atrás durante el último año y ni la vuelta de Zidane ha servido para recuperarlos. Es justo decir que otros como Benzema, Casemiro o Kroos están a un nivel sobresaliente este curso, pero se sigue echando de menos a los Modric o Marcelo. Otros como Sergio Ramos, Varane o Carvajal, sin estar a su máximo nivel, siguen teniendo la confianza de Zidane.
Zidane se ha dado cuenta y ha empezado la renovación de su Real Madrid. No una renovación total, porque no es necesaria. No considera necesario cargarse a todo el equipo que le llevó a lo más alto de Europa durante tres temporadas seguidas, pero sí hace falta un cambio. Sangre nueva. Gente que devuelva la ambición al equipo y aporte esa energía que ha faltado en el Madrid durante el último año.
La irrupción de Valverde y Rodrygo
Zidane busca rodear a su vieja guardia de estos jóvenes talentos que han llegado con fuerza al equipo. Es el caso de Fede Valverde, de quien es difícil imaginar que alguien llegue para moverle del once. Sus últimos partidos han sido de categoría y ya ha dejado su carta de presentación incluso en la Champions. Ha llegado para quedarse. O Rodrygo, sin ir más lejos. El brasileño pasó en Estambul de sorpresa en el once a ser uno de los mejores sobre el campo.
La nueva escuela empieza a cobrar protagonismo en el Madrid de Zidane. Valverde y Rodrygo esperan que otros de sus compañeros les sigan los pasos. Son los Vinicius, Jovic, Mendy o Militao. Gente joven, la mayoría llegó este verano y en el Madrid confían en que vayan asumiendo galones poco a poco. La fórmula de Zidane por juntar 4-5 de estos chicos con su grupo, aquel que lo ganó todo y del que considera que todavía puede dar mucho.
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