El mal año que completó el Real Madrid la temporada pasada provocó que los rumores sobre una renovación de la plantilla aflorasen día tras día. Y uno de los grandes señalados durante las últimas temporadas, sobre todo tras la última Champions League del equipo blanco, ha sido Gareth Bale.
El galés, siempre en el candelero por sus problemas físicos, ha sido más protagonista esta última campaña por lo que hacía fuera del campo que por sus actuaciones por la banda del Santiago Bernabéu. El británico ha pasado este año a no ocultar sus intereses en cada entrevista que ofrece dejando claro que tiene más preocupación por el golf que por el fútbol.
Cada vez que se ha puesto delante del micro, ha ido perdiendo el respaldo de los aficionados blancos. Y sin necesidad de comparecer ante los periodistas, los rumores sobre el fin de su relación contractual con el Real Madrid le han acompañado en el último año. Y ante eso, Jonathan Barnett, su agente, ha cobrado protagonismo para defender sus intereses con una estrategia clara: por mucho que quieran verle fuera de Madrid, Bale no se mueve.
'Never, never, never'
Parece que Barnett es un gran seguidor de algunas estrategias que Florentino Pérez ha llevado a cabo durante su carrera como presidente de la entidad de Concha Espina. Esa famosa frase que entonó para desmentir el fichaje de David Beckham ha sido parte de la táctica que ha usado el agente de Gareth Bale para revocar las informaciones que decían que el galés se quería ir del Real Madrid.
En el mes de enero dejaba claro que Gareth "de pequeño siempre estaba con la camiseta blanca puesta" y que "su sueño era jugar con el Madrid". A raíz de eso y ante los rumores que le situaban fuera del Santiago Bernabéu, aclaraba que "Bale siempre se ha sentido parte importante del equipo" y que "nunca ha querido irse". Aunque también confirmaba que al final de la temporada 2017/2018, el año de La Décimotercera, "fue injustamente tratado".
Responde ante los pitos
Pocos se libraron la pasada temporada de los silbidos del Santiago Bernabéu. El respetable que acude en comunión al estadio blanco siempre se ha caracterizado por ser poco paciente y crítico con sus jugadores. Y cuando las cosas no van bien o cuando el jugador en cuestión no está al nivel de la institución, se lo hacen saber.
Barnett, ante los pitos que recibió el galés tras El Clásico que el Madrid perdió por 1-0 en el mes de febrero, espetaba que "los aficionados deberían sentir vergüenza de ellos mismos". "Esta generación hablará de los goles de Gareth durante los próximos años, él merece el mayor de los respetos después de ganarlo todo, deberían de besarle los pies", sentenciaba el agente del británico.
El peso de la suplencia
Gareth Bale fue relegado al banquillo en varios encuentros tras el regreso de Zinedine Zidane, incluso no fue convocado en partidos consecutivos. De hecho dejaba en manos del francés el futuro de su representado. "Es una pena que no esté jugando, ¿si es un mensaje de cara a la próxima temporada? habría que preguntarle a él", espetaba Barnett.
Aún así, el representante dejó claro en dos ocasiones en el mes de mayo que esperaba "que Bale siga jugando para el Real Madrid". "Gareth está al cien por cien comprometido" con el equipo blanco, reiteraba el agente que recientemente ha sido proclamado el que más ingresa del mundo.
Un verano movido
Y con todo esto llegó el período estival. El futuro de muchos jugadores blancos estaba en el aire, hasta el punto que el mismo Zidane lo dejaba claro en rueda de prensa. El famoso "si se soluciona mañana, mejor para todos" sobre la posible salida de Gareth Bale a China durante la gira por Estados Unidos fue el momento en el que se hizo pública la relación que tenían entrenador y jugador.
Una de las posibilidades que también se sondeaban para que el galés saliera era la vía de la cesión. Pero Barnett apostó durante todo el verano a hacer difícil la salida del club. "Hay más opciones de que yo gane en Ascot (carreras de caballos) a que Bale se marche cedido", aclaraba el agente. "Tiene en España una vida encantadora y creo que sería algo excepcional para él dejarlo todo", sentenciaba su representante. Y al final continuó en Madrid.
Las últimas declaraciones tras la visita de Bale a sus oficinas en Londres son un ejemplo más de la estrategia de Barnett. El largo contrato que aún une al delantero con la entidad de Chamartín es suficientemente suculenta como para buscar una salida. Tanto el galés como su agente conocen sus limitaciones y la dificultad de encontrar un equipo que le trate tan bien como la forma de vida que tiene en España. Y mientras no haya alguien dispuesto a igualar eso, parece difícil que Bale se mueva.
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