Rodrygo Goes era el hombre más feliz sobre la tierra el pasado miércoles tras marcar su primer hat-trick con el Real Madrid. Fue aún más especial por el hecho de ser en el Santiago Bernabéu. Y, si aún podía ponerle un punto más de emotividad, lo consiguió en Champions League.
El brasileño ha deslumbrado a Europa y ha conseguido derribar puertas a través de varios récords de precocidad. Por ello ha recibido el cariño y el reconocimiento de muchos de los jugadores de la plantilla y del universo del fútbol. Pero en la noche en la que consiguió el hito lo celebró con su familia y con otros compañeros brasileños como Casemiro o Eder Militao.
Rodrygo dio un discurso para los suyos y le jugó una mala pasada su precocidad. Estaba especialmente nervioso mientras decías las palabras y, ten amigos para esto, el resto le 'troleaba' diciéndole cosas.
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