El Real Madrid consiguió este sábado su quinta victoria consecutiva en Ipurua tras golear al Eibar (0-4). Un partido en el que los blancos dejaron las mejores sensaciones de la temporada y volvieron a ilusionar a sus aficionados tras la buena imagen mostrada en los últimos enfrentamientos.
Todo parece haberse encauzado en Concha Espina. Zidane podría haber dado con la tecla definitiva para que el equipo funcione y la plantilla se encuentra en un momento óptimo de rendimiento. A día de hoy, cotizan al alza. Y no solo por los triunfos que están encadenando, si no por lo que transmite el conjunto merengue sobre el terreno de juego.
Cambio de dinámica
La intensidad parece no ser ya un problema en Chamartín y en las últimas semanas la dinámica ha cambiado es inestable a fiable. El equipo transmite seguridad y los jugadores cada vez se entienden mejor sobre el terreno de juego, algo que se está traduciendo en número demoledores a favor del conjunto blanco: 16 goles a favor y ninguno en contra desde la derrota contra el Mallorca en Son Moix. Una media de cuatro goles por partido.
El empate a cero contra el Betis en el Santiago Bernabéu ha sido el único pero que se le puede poner al Real Madrid en las últimas semanas. Un encuentro en el que se mojó la polvora, pero en el que no se perdió el horizonte del camino que marca Zidane.
Rendimiento de jugadores
Ejemplo claro de esta tendencia al alza del equipo es Eden Hazard, que en el choque frente al Eibar demostró que su mejor estado de forma está cada vez más cerca. Dribló, encaró y desbordó desde la banda izquierda de Ipurua y demostró ser una pieza clave de asociación con Karim Benzema.
Los jugadores están demostrando que pueden rendir en cualquier momento que se les requiera. No importa cuando jueguen o si llevan tiempo alejados de la titularidad. Este fin de semana le tocó a Lucas Vázquez, titular en detrimento de Rodrygo, pero en otros partidos han sido Jovic, Vinicius o Mendy.
La gestión de Zidane
Zidane ha demostrado que sigue a conciencia la hoja de ruta marcada en el inicio de su proyecto. El técnico siempre ha tenido la premisa de contar con todos los integrantes de su plantilla, algo que está cumpliendo con una laboriosa pero magistral gestión de minutos. Ha demostrado que no se casa con nadie y que las oportunidades vienen y van.
Además, la gestión del técnico con los jóvenes valores del Real Madrid está dando sus frutos. Fede Valverde y Rodrygo son buenas muestras de ello. Jugadores que se han ganado a pulso tener más minutos a base de buenas actuaciones sobre el terreno de juego y que han sufrido una progresión vertiginosa, mucho más de la que se esperaba en el seno del club.
Estos puntos han sido la hoja de presentación de Zidane después de casi tres meses de competición. Cifras estelares que el técnico debe intentar mantener para exprimir al máximo el potencial del equipo. Con vistas al parón de selecciones, el Madrid se va desbordante de confianza antes de afrontar la recta final de mes contra la Real Sociedad y PSG en su lucha por los lideratos de Liga y Champions.
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