Este sábado el Real Madrid afronta el primero de los partidos de la cuesta de diciembre que le espera al conjunto blanco antes del parón de Navidad. Los blancos reciben al Espanyol en el Santiago Bernabéu con la obligación de conseguir una victoria que les mantenga en lo más alto de la tabla para El Clásico del próximo de diciembre.
Zidane tendrá que lidiar con la última gran plaga de lesiones que ha asolado al equipo. Jugadores como Hazard y Marcelo estarán fuera hasta el año que viene, mientras que Gareth Bale lo hará, al menos, contra Espanyol y Brujas. Ausencias que hacen que el técnico tenga que agitar su coctelera para rotar con garantías.
Contra el Espanyol el técnico francés volverá a apostar por el 4-4-2 que tantas alegrías le ha dado. Courtois será un fijo en la portería como viene siendo habitual durante toda la temporada, pero en defensa comenzarán a llegar las novedades. Ramos volverá a contar con Varane, que se perdió la anterior convocatoria madridista; mientras que Carvajal formará pareja de baile en el lateral con Mendy, que tendrá su primera prueba como alternativa a Marcelo de cara al Clásico.
Descanso a Kroos
El centro del campo madridista volverá a tener novedades una jornada más. Kroos será el jugador que descansará para intentar optimizar al máximo su descanso de cara al choque contra el Barça. Modric, Valverde e Isco acompañaran a un incombustible Casemiro, sin recambio en el equipo, contra los pericos.
La delantera no tendrá grandes novedades. Benzema volverá a ser el referente ofensivo del conjunto blanco y Rodrygo tendrá que acompañarle. Los dos son los atacantes más en forma del equipo y Zidane no arriesgará con experimentos, aunque Jovic podría contar con minutos en el choque.
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