La seguridad en el Barcelona - Real Madrid continúa siendo una incógnita a menos de una semana para la celebración de El Clásico en el Camp Nou. La amenaza de Tsunami Democràtic de paralizar el encuentro y de bloquear la entrada al estadio azulgrana ponen en peligro la disputa del encuentro más importante de La Liga y el que más repercusión tiene en todo el mundo.
Los Mossos d'Esquadra, en un principio, no ven motivo alguno por el que no se vaya a celebrar el partido. Sin embargo, a menos de una semana, el papel que tendrá la Policía es todavía una incógnita.
La seguridad en las calles de Barcelona corresponde a los Mossos d'Esquadra y a la Guardia Urbana, si bien todavía permanecen en la ciudad cientos de agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. El despliegue de estos últimos corresponde al dispositivo de la operación Ícaro, destinado a blindar las vías públicas y las infraestructuras críticas tras hacerse pública la sentencia del procés.
El Ministerio del Interior mantendrá activada esta operación hasta después de las fechas navideñas. La celebración del Clásico, con las correspondientes llamadas a movilizarse de Tsunami Democràtic, supone el último gran acto anunciado por los grupos independentistas en protesta por la sentencia judicial.
Fuentes policiales consultadas por EL ESPAÑOL detallan que la reunión para organizar el dispositivo policial tendrá lugar este viernes. Y en ella se determinará si la Policía Nacional brinda apoyo a los Mossos d'Esquadra, sobre quien recaen las competencias de seguridad en este ámbito.
Dentro del Camp Nou será competencia del Barcelona y de la seguridad privada mantener el orden y que no haya ningún tipo de incidentes. La RFEF ya ha afirmado que "no es competente" en materia de seguridad en el encuentro, mientras que LaLiga está preocupada por la imagen que se puede dar al exterior de su producto más valioso.
Uno de los puntos críticos será la llegada del autobús del Real Madrid al estadio. Se teme que Tsunami Democràtic pueda llegar a colapsar el acceso. Mientras, el papel cómplice que ha mantenido el FC Barcelona con esta plataforma independentista mantiene en alerta tanto a LaLiga como al club blanco.
El autobús del Real Madrid desde el Hotel Sofía no llevará ningún logo ni nada que le diferencie, tal y como viendo siendo habitual cuando el conjunto blanco se desplaza por la Ciudad Condal. Los Mossos y la Guardia Urbana son los que velarán por la seguridad de la expedición blanca en su trayecto hasta el Camp Nou.
Este viernes está prevista una reunión en la que se decidirá si la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado toman parte en el dispositivo de El Clásico. Todo apunta que, a pesar de la alarma creada, los Mossos se ven capacitados para garantizar la celebración del partido y que rechazarán la intervención de la Policía.
El 18-D dará y quitará razones, aunque a estas horas El Clásico se vea gravemente amenazado por Tsunami Democràtic y las fuerzas independentistas ante el silencio y la inacción del Fútbol Club Barcelona.
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