Los culebrones sobre el futuro de Neymar Junior nunca tienen fin. Y cuando parece que puede llegar ese final, ya sea él, su familia o su club, siempre se reavivan. El brasileño vive en una continua vorágine polémica por cada paso que da. Su carrera va camino de trascender más por los 'pollos' que ha tenido que por los títulos tanto individuales como grupales que ha conseguido.
Su último verano fue, probablemente, el más agitado de los últimos. Hasta el día 2 de septiembre su nombre estuvo en diferentes puentes aéreos con posibilidades muy reales de abandonar París. Neymar estaba decidido a dar un nuevo paso en su carrera; ya fuera hacia adelante asumiendo el liderazgo del Real Madrid, o regresando con el rabo entre las piernas a Barcelona.
Precisamente con el club blaugrana se ha vuelto a abrir la herida de las demandas que el brasileño interpuso contra la entidad por no cobrar todo lo que él estimaba que tenía que percibir antes de su salida. Neymar Pai aclaró en la noche de este jueves en distintos medios que había una nueva vía abierta por esta circunstancia, una noticia que ha caído como una bomba en los principales clubes de Europa porque vuelve a separar su futuro del Barcelona. Además, se encargó de dejar la puerta abierta a una salida del PSG.
Otro episodio negativo
A pesar de no salir de París este verano, Neymar acumula muchas polémicas que le han complicado su estancia en la entidad. Empezó el presente curso futbolístico con su relación más que dilatada con la afición. El brasileño vio como en su estadio le cantaban todo tipo de improperios y, partido sí, partido también, enseñaban pancartas contra su figura o la de su padre.
Todo esto ha seguido con la tensión que derivaron sus declaraciones, y las intenciones, en la dirección del club. Fue en su momento el fichaje más mediático de Naser Al-Khelaifi, pero su relación no se ha mantenido como la que en su momento presumieron con la foto delante de la Torre Eiffel durante su presentación. La llegada de Leonardo, su compatriota, parecía reconducir la situación, pero nada más lejos de la realidad incierta que vive el PSG con la figura de Neymar.
El objetivo del jugador de la Canarinha con su llegada a París era conseguir por fin el Balón de Oro, pero en estas temporadas lo único que ha conseguido es alejarse. Solo el año de su fichaje estuvo en el podio. En los dos años siguientes no apareció ni entre los principales nominados. Las lesiones, los problemas extradeportivos y el hecho de que Francia sea una liga inferior dentro de las principales en Europa le han devaluado de cara a los premios individuales.
Neymar o Mbappé, esa es la cuestión
Con todo esto, el PSG tendrá que tomar una decisión el próximo verano. La apuesta por Neymar podría acabar en fracaso si finalmente acceden a escuchar ofertas por él. La paciencia que están demostrando los parisinos es admirable, sobre todo después de este verano. El hecho de no ocultar sus ganas de volver a España es una brecha imborrable para el club, pero también saben que es su jugador franquicia en lo deportivo y en lo comercial, por lo que su pérdida podría tener muchas consecuencias.
Pero Kylian Mbappé cada temporada parece menos feliz en París después de que el equipo no haya demostrado que puede llevarle hacia su sueño: la Champions League. Sus constantes guiños hacia el Real Madrid, el club en el que siempre ha querido jugar, siempre son correspondidos desde la capital de España ya sea por los jugadores, por el cuerpo técnico o por la directiva.
Los problemas del francés con Thomas Tuchel, han acelerado la posibilidad de que Mbappé quiera abandonar la entidad. Además, el delantero siente que el club respalda más a Neymar que a él. Por eso, el PSG tendrá que decidirse entre uno de los dos para afrontar un nuevo futuro más estable y que le pueda mantener en la lucha por ser el mejor club de Europa.
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