Un Clásico para despejar dudas: Valverde se juega más que Zidane en el Camp Nou
Ambos técnicos tendrán un reto de altos vuelos por delante, aunque el técnico del Barça está más cuestionado.
18 diciembre, 2019 15:35Noticias relacionadas
Barça y Real Madrid se darán cita este miércoles en el Camp Nou para disputar el que será el primer Clásico de la temporada 2019/2020. Ernesto Valverde y Zinedine Zidane se medirán en territorio azulgrana con la necesidad de conseguir una victoria para adelantarse en el liderato, aunque también está en juegos sus prestigios en los banquillos.
Más allá de los tres puntos, el partido será analizado al milímetro; sobre todo en materia de juego. La premisa está en gana, pero también en convencer. Se trata de una prueba de nivel para que ambos clubes puedan cerrar el año por delante de su máximo rival en Liga.
Un partido como El Clásico ofrece mucho que perder y mucho que ganar, aunque en esta ocasión es el técnico del Barcelona quien más necesita conseguir un triunfo. Valverde y Zidane han empezado la temporada de forma dubitativa, dejando luces y sombras en sus respectivos equipos. Sin embargo, el desgaste perjudica más la imagen del extremeño, ya que el francés lleva tan solo siete meses en el cargo y está avalado por las tres Champions consecutivas que consiguió en su anterior etapa.
Valverde, en el alambre
A Valverde le perjudica la imagen ofrecida por el Barça en los últimos grandes partidos, ya que los azulgranas no consiguen afianzar en las noches importantes. Esta temporada, salvo la goleada por 3-1 al Borussia en fase de grupos, el equipo dejó dudas. En Champions, el Ínter logró acorralar al Barcelona en el Camp Nou, a pesar de conseguir los tres puntos; mientras que contra el Atlético de Madrid sufrió para llevarse la victoria y firmó un empate a cero en su visita a Dortmund.
Por si fuera poco, los fantasmas de Liverpool no han terminado de desaparecer. El equipo cayó en la pasada Champions de forma estrepitosa, con una remontada histórica red, algo que dejo a Valverde muy señalado, sin aún haber conseguido revertir esa tendencia.
Las decisiones del técnico extremeño también han sido muy cuestionadas este curso. Desde las escasas oportunidades y rotaciones con los jóvenes del futuro como Riqui Puig, hasta la desaparición de Rakitic de las alineaciones azulgranas. Hechos que le han hecho estar en el punto de mira de los aficionados.
A favor de Valverde están las buenas, pero irregulares, sensaciones que ha mostrado el equipo en las últimas semanas, con mayor entendimiento entre Griezmann, Suárez y Messi, y el equipo desplegando buenos momentos de juego como contra el Mallorca.
Zidane busca reafirmarse
Mientras tanto, Zidane tampoco ha vivido un inicio de curso sencillo, desplegando un juego errático, con lagunas defensivas y dificultades de cara a portería. El técnico estuvo a punto de hundirse con todo el equipo en el Real Madrid hace dos meses, justo cuando iba a disputarse El Clásico de la primera vuelta, previsto inicialmente para el pasado 26 de octubre.
El galo no daba con la tecla y la derrota en Son Moix contra el Mallorca supuso un punto de inflexión. Sin embargo, salió del bache. Zidane se jugaba buena parte de su futuro en aquel entonces y el partido contra el Galatasaray era una noche clave. El francés consiguió una victoria por la mínima en Turquía y el Real Madrid empezó a levantar cabeza.
El aplazamiento de El Clásico le vino bien al técnico, ya que hubiera tenido muy difícil superar al Barcelona aquella semana, con la plantilla anímicamente tocada y los azulgranas en un buen momento de forma. El partido estaba previsto unos días después que el duelo de Champions en Estambul en el que el Real Madrid se vació para conseguir una victoria que apagara el incendio.
Desde aquel entonces, Zidane ha conseguido darle la vuelta de forma vertiginosa a la situación del equipo. Los blancos acumulan 11 partidos sin conocer la derrota y han dejado buenas sensaciones en noches importantes contra PSG, Valencia y Real Sociedad.
Aunque el juego aún tiene mucho que mejorar, el equipo llega al partido en el mejor momento de la temporada. Zidane llega al partido sin saber lo que es perder en el Camp Nou y con el equipo inmerso en una dinámica de regularidad. No se juega el puesto, pero puede conseguir reafirmar su prestigio en el Real Madrid con un partido de renombre en su primer Clásico tras su regreso.
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