El Real Madrid levanta un muro: la defensa brilla y casi no concede goles
Zidane ha conseguido tornarse como un equipo compacto que solo ha recibido tres tantos en los últimos ocho partidos.
22 diciembre, 2019 08:52Noticias relacionadas
El Real Madrid ha dado un giro vertiginoso en defensa en las últimas semanas. Los blancos han pasado de ser un equipo frágil y con lagunas atrás, a un conjunto compacto que no da tregua a sus rivales para hacer goles. Desde la última derrota ante el Mallorca, los de Zidane no conocen la derrota, algo en lo que tiene mucho que decir la retaguardia madridista.
El técnico francés ha conseguido cambiar la cara al equipo sin grandes revoluciones. La plantilla es la misma, pero las sensaciones que transmiten es muy diferente. La seguridad es uno de los nuevos santos y señas en el proyecto de 'Zizou' y a los rivales les cuesta un mundo conseguir batir a Courtois.
Thibaut vive un momento dulce en el Real Madrid; su mejor etapa tras la salida de Keylor Navas al PSG el pasado verano. Su seguridad se transmite a una zaga, liderada por unos Ramos y Varane pletóricos en el aspecto físico, donde después de varios años se ha conseguido una estabilidad y una tranquilidad que parecía una utopía.
Sin apenas recibir goles
Esta confianza se ha extrapolado a todo el equipo, donde los jugadores han mostrado un incombustible sacrificio defensivo para arrimar el hombro durante los partidos. Algo que desde la última derrota en Son Moix se ha hecho patente, con ocho partidos en Liga en los que el Real Madrid se ha conseguido mantener invicto.
Los números hablan por si solos esta temporada. Y es que desde entonces, los blancos solo han encajado tres goles, manteniendo un abrumador coeficiente de 0,38 tantos por partido. Pocos son los rivales que han conseguido perforar la red madridista en los últimos meses en Liga. Ni si quiera el Barcelona estuvo cerca de hacerlo en El Clásico del pasado 18 de diciembre en el Camp Nou.
El nuevo proyecto de Zidane en el Real Madrid ha empezado a coger mimbres de éxito desde la base; estructurando un equipo nuevo a partir de una defensa férrea y sin fisuras para que no existan vulnerabilidades durante los partidos.
La incursión de Valverde
Buena parte de la responsabilidad de esto ha recaído en Fede Valerde y Casemiro. El brasileño ha encontrado en el charrúa al escudero perfecto para desempeñar el trabajo físico en la medular. Los dos son los encargados de mantener al equipo unido sobre el terreno de juego, sin permitir que las líneas entre la zaga y la delantera se separen en exceso.
La única cuenta pendiente del técnico, al menos en lo que respecta al juego, es la falta de claridad anotadora. El Real Madrid necesita canalizar todo el juego ofensivo que genera en goles, ya que es la parcela que está haciendo que el equipo no consiga tantas victorias como pudiera tener en su haber.
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