Todo matrimonio que nace, lo hace con la perspectiva de durar para siempre. Pero cada día los divorcios están más a la orden del día. La falta de sintonía con los tuyos, la necesidad que provocan las prisas por encontrar a la persona ideal, las malas rachas, la confianza... son factores que provocan que los caminos se terminen separando.
En el mundo del fútbol esta situación es una constante. Sucede con jugadores, con entrenadores, con directivos... Nadie se salva de ser absorbido por la vorágine que generan los clubes a su alrededor. La falta de paciencia con los proyectos precipita el final de muchas trayectorias.
Esa poca sintonía sobre todo se mide con la grada, con la relación con tu afición. Cuando hagas lo que hagas, los tuyos siempre te respaldan, el termómetro indica que la comunión con tu estadio es fuerte. Esa carga que se quita el protagonista supone que puedas desarrollar tu trabajo con más tranquilidad al sentirte respaldado por el ojo más crítico.
Y eso es lo que siente Zinedine Zidane en el banquillo del Real Madrid. El técnico francés, desde su regreso a la casa blanca, ha vivido bajo el amparo de sus éxitos previos. Las tres Champions League consecutivas y La Liga que cosechó en su primera etapa han servido para que el Santiago Bernabéu se rinda a él y tenga más paciencia cuando las cosas van mal. Y el francés devuelve esa confianza asegurando a la afición buen espectáculo cuando va al estadio.
Un año impoluto
Los madridistas que han ido al Santiago Bernabéu este 2019 han sufrido varios reveses. Desde la eliminación en los octavos de final de la Champions frente al Ajax al fin del sueño de la Copa del Rey en semifinales frente al Barça, ambos con sendas goleadas, el madridismo ha tenido más razones para no ir al estadio que para acudir, sobre todo desde que se quedó tan lejos de la lucha por La Liga.
Tras todo eso, llegó el regreso de Zidane y, con él, los buenos resultados. Aunque al final de la 2018/2019 no se jugaba nada, con la vuelta del francés el equipo empezó a trabajar para establecer las bases para la siguiente temporada. Y ese trabajo se desarrollaría con mejores resultados de los que había obtenido hasta la fecha el equipo.
Además, en esos encuentros se empezó a vislumbrar la importancia que iba a tener Fede Valverde en el Madrid del futuro, se vieron los primeros destellos de Brahim Díaz y dio continuidad a la buena forma de Karim Benzema. Pero, sobre todo, hizo del Santiago Bernabéu el fortín que es en la 2019/2020.
Solo una derrota
El final de la 2018/2019 tuvo un balance de una sola derrota en casa desde la vuelta de Zidane. En una temporada en la que el equipo blanco había sufrido tanto en Concha Espina, el galo consiguió que el equipo mejorase poco a poco para volver a enganchar a la afición. La única vez que sucumbió ante los suyos fue en la última jornada contra el Betis por 0-2.
En esta temporada 2019/2020, los blancos no han caído derrotados aún en el Santiago Bernabéu. Si bien es cierto que en este período ha sumado cinco empates, la realidad es que el equipo ha superado ese trauma que impedía sumar puntos y provocaba que se perdieran títulos en los partidos que jugaba como local.
Además, ha asegurado a la afición que van a ver goles. En este tramo de 2019 donde se ha vuelto a hacer con las riendas del Madrid, Zidane ha hecho que su equipo anote 43 goles, por los 20 que ha marcado fuera de casa. Dejando a un lado que los blancos deben mejorar ese registro a domicilio, el madridista sabe que en su estadio va a ver goles de los suyos.
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