Cuando parecía que jugadores como Toni Kroos (30 años, Alemania) o Luka Modric (34 años, Croacia) estaban abocados a aceptar un cambio de ciclo y dar un paso a un lado en el Real Madrid, llegó Zinedine Zidane para cambiar sus vidas y recuperar el mejor fútbol que aún tenían oculto en sus botas.
Los dos jugadores vivieron una temporada 2018/2019 en la que quedaron muy señalados. Muchas voces apuntaban a un cambio de cromos de cara al pasado verano, pero el Real Madrid dio un paso al frente con un movimiento de autoridad: renovación y confianza a Kroos hasta 2023.
Zidane tuvo mucho que ver en que el alemán continuase siendo un pilar fundamental del Real Madrid. Igual que tuvo que ver en atar a Modric para seguir contando con él en el centro del campo de su nuevo proyecto en Chamartín.
Metamórfosis en unos meses
El técnico francés mostró su confianza a ambos. Algo que ahora, casi un año después, los dos le han devuelto. Tanto el alemán como el croata atraviesan una segunda juventud con la elástica madridista. En el momento que parecían estar agotados de gasolina, los dos han trabajado de forma incansable para recuperar su mejor versión. Y vaya si lo han conseguido.
Especialmente meritorio es el caso de Modric, que a sus 34 años ha demostrado que todavía tiene mucho que decir en el Real Madrid. De hecho, tras un inicio de temporada dubitativo en el que Zidane apostó por dosificarle y que cogiera ritmo de forma muy progresiva, ha llegado a enero en óptimas condiciones.
En el caso del '8' del Real Madrid hay mucha más regularidad de por medio, ya que lleva toda la temporada rayando a un nivel sobresaliente, como en sus primeros años de blanco.
La pareja de las Champions
Entre los dos han tomado la medular del nuevo Real Madrid de los centrocampistas que Zidane ha impuesto con su novedoso 4-5-1. Casemiro, Valverde e Isco bailan al son de lo que marcan Kroos y Modric con sus pases. La fortaleza física y defensiva que han aportado el brasileño y el uruaguayo permite a los dos 'jugones' liberarse atrás y poder dar rienda suelta a su imaginación.
Así es como han conseguido Kroos y Modric ganar protagonismo en ataque. Y es que entre los dos han participado en 19 goles del equipo: nueve tantos y 10 asistencias que suplen la falta de pólvora del Real Madrid. De hecho, el croata es el máximo anotador de la medular con cinco dianas (solo tiene por delante a Rodrygo y Benzema en números).
Se trata de dos piezas claves para el juego del Real Madrid. Ambos fueron el motor de las cuatro Champions en cinco años que consiguieron los blancos. Combinan control y dominio en el pase; uno en largo y otro más en corto. La jerarquía que imprimen, como líderes silenciosos del equipo, aporta la experiencia crucial para afrontar eliminatorias europeas como la que se avecina en febrero ante el Manchester City.
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