Jugar en campos pequeños suele ser un quebradero de cabeza para los equipos catalogados como grandes. Al Real Madrid le pasó en los dieciseisavos de la Copa del Rey con la visita a Las Pistas. Unionistas de Salamanca hizo su trabajo y pese al 1-3 final, por momentos los trece veces campeones de Europa temieron con un nuevo 'Alcorconazo', pero la calidad de Brahim y compañía se acabó imponiendo.
Con el billete de octavos en el bolsillo, Fede Valverde fue uno de los que habló tras el partido. A pie de campo, el centrocampista charrúa hizo autocrítica en primer lugar: "El equipo de ellos ha luchado y ha mantenido la 'chance'. Por momentos no hemos jugado bien".
Pero fue después cuando el jugador dio una auténtica lección a todos aquellos que hicieron del estado del césped su mayor excusa cuando el resultado o la imagen no era la esperada. "¿El estadio? Nos da igual el estadio. Yo vengo de jugar en Uruguay y hay cosas peores. Hay que jugar en cada campo como iguales", afirmó 'El Pajarito' tras la victoria del Real Madrid contra Unionistas.
Un guerrero para Zidane
Fede Valverde aterrizó en la casa blanca muy joven y lo hizo para recalar de primeras en el Castilla. Después protagonizó una cesión en el Deportivo de La Coruña. Dejó buen sabor de boca, pero una lesión truncó parte de su trayectoria en el conjunto blanquiazul. Después regresó al Real Madrid y de la mano de Zinedine Zidane se ha convertido en un innegociable.
Trabajo. Sacrificio. Y calidad, mucha calidad. El internacional uruguayo ha conquistado a Zizou, al vestuario, club y también a la afición. Precisamente fueron los seguidores blancos, al igual que los de muchos otros equipos, los que han aplaudido sus declaraciones y no se puede evitar compararlo con el Barcelona de Guardiola.
La teoría del césped
Aquel Barça con el de Sampedor a los mandos ganó muchos títulos y es recordado por los culés como uno de los mejores equipos de su historia. Pero también es rememorado por el resto por esa eterna posesión, por el juego horizontal y por las mil y una excusas con el estado del terreno de juego como protagonista.
Muy largo, poco mojado... Fueron el propio Pep Guardiola y también Xavi Hernández los que hicieron del buen estado del césped una religión. "Demasiado lento y seco", dijo en un partido contra el Bayern Múnich. "Nos ponen el césped alto y también se perjudican ellos", comentó tras un encuentro frente al Zaragoza. Así como, entre otros muchos, se quejó del verde del Vicente Calderón: "El césped no ha ayudado a nuestro juego".
Aunque si hubo un maestro de las excusas respecto al verde, ese fue Xavi. "El césped no nos ha dejado hacer nuestro juego" o "me llamaréis pesado, pero el campo hace mucho. Son diferentes sensaciones -a las de Valladolid-. El campo nos afecta muchísimo, la verdad. Nos afecta mucho. También es cierto que la Champions te hace ilusión. Es otra competición. Lo de Valladolid hay que cerrarlo". Excusas, no. Sí a Fede Valverde. Un ejemplo de futbolista y profesional.
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