El día en el que Martin Odegaard se consagró en el Santiago Bernabéu. Con 21 años dirigió la orquesta de la Real Sociedad que empujó al Real Madrid fuera de la Copa del Rey en su propio campo. Los de Imanol Alguacil brillaron y durante más de una hora arrollaron a la defensa blanca. Todo bajo la batuta del noruego, que mostró al madridismo en primera persona de lo que es capaz.
Odegaard e Isak fueron los protagonistas de la victoria txuri-urdin. Un triunfo histórico, ya que marcar cuatro goles en el Bernabéu no es algo que se hace todo los días y más ante este Madrid que registra sus mejores números defensivos en décadas. Uno las sirvió y el otro las metió. Martin dejó incluso uno de esos pases de fantasía que atraviesan líneas para que Aleksander marcara, pero el VAR anuló el tanto.
Era la segunda vez que Odegaard pisaba el césped del Santiago Bernabéu en calidad de visitante, la segunda vez con la Real, y se desmelenó. Sin que tampoco fuera su mejor partido -esta temporada ha dejado auténticos recitales- confirmó lo que se vio en el encuentro de Liga con varios destellos. Enseñó su mejor repertorio de pases, controles y regates y esa pausa que a veces le da a su juego para detener el tiempo. El Bernabéu no pudo hacer otra cosa que rendirse a él.
El Bernabéu le ovacionó
El recibimiento a Odegaard fue más bien frío. Cuando su nombre sonó por megafonía no hubo una gran reacción, pero cuando el partido fue arrancando y los minutos iban pasando, los aficionados blancos fueron entrando en calor con el noruego. Su partido tuvo que acabar de manera forzosa en el minuto 64 ya que seguía renqueante de un rodillazo que le propinó Marcelo en el muslo en la primera mitad. Alguacil le sustituyó con 1-3 en el marcador y Odegaard, con vendaje en su pierna incluido, se marchó ovacionado por el público del coliseo blanco.
Antes, Odegaard había abierto el marcador. No celebró su gol por respeto al Madrid. Un gesto de esos que gustan tanto entre el respetable blanco y que luego le devolvió con su su salida del campo. Aplausos para Martin, el joven que llegó con solo 16 años y al que se le espera de vuelta en la capital para la próxima temporada.
El Real Madrid, que acordó con la Real su cesión por dos años, está dispuesto a romper el trato este verano y adelantar su regreso. Su gran temporada invita a ello y más todavía si Luka Modric se acaba marchando a la MLS. Había más dudas de su rol si acaba llegando para la próxima temporada, pero su partido de este jueves deja menos incógnitas acerca de lo preparado que está ya para jugar de blanco.
El mejor ejemplo para Odegaard es Fede Valverde. El uruguayo enseñó el camino de que un futbolista con juventud puede ser fundamental en el Madrid de Zidane y Odegaard, sobre todo si Modric se marcha, tiene la condiciones para ocupar un hueco en el once blanco con asiduidad, que es lo que espera el noruego.
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