Uno de los momentos claves de la final de la Champions League del 2014 que terminó significando La Décima del Real Madrid fue la sustitución de Diego Costa. El brasileño forzó su recuperación de una lesión para poder estar en Lisboa y, en cuestión de nueve minutos, el Cholo Simeone tenía que gastar el primer cambio del partido porque no podía continuar sobre el terreno de juego.
El brasileño se sometió al ya famoso tratamiento con placenta de caballo. Diego Costa pasó los últimos días antes de la final apurando los períodos de recuperación con una técnica que luego resultó ser un producto de mofas. Ahora, después de casi seis años de ese episodio, el delantero del Atlético de Madrid ha recordado cómo fueron esos días previos al partido disputado en el Estadio Da Luz.
Lo ha hecho en ESPN Brasil en una entrevista en la que ha hablado con normalidad de cómo fue ese tratamiento admitiendo que fue real. "Se habló mucho del tema de la placenta de caballo, que si era mentira. Fue verdad ese tratamiento, aunque mientras me ponían electroshock el médico se fumaba dos cigarros. Fue duro y muy doloroso, tanto que cuando corría luego no sentía ningún tipo de dolor. Eran sesiones de dos horas y luego al hotel. Para mi no había otra cosa en ese momento que no fuera la final de Champions. No pensaba más allá, en el Mundial o en lo siguiente, solo en el partido de Lisboa", explicó el jugador rojiblanco.
El delantero se lamenta de esa decisión a posteriori. "Fue uno de los momentos más tristes de mi carrera. Justo en el salto antes de saltar al campo ya noté un calambrazo. No me lo creía. Intenté aguantar pero no podía seguir y a los 10 minutos tuve que retirarme. Hubiera preferido no jugar y dejar sitio a otro compañero, yo ya había hecho todo a lo largo de la temporada", reconoce Diego Costa.
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