Este miércoles Álvaro Odriozola mostró su interés de cara a la próxima temporada de salir cedido hacia Sevilla. El jugador pudo hacerlo este invierno, pero tanto el Real Madrid como el jugador vieron con mejores ojos la oportunidad del Bayern de Múnich. Allí el vasco no ha sumado más que 70 minutos desde su llegada en el mes de enero, por lo que no está sirviendo para mucho este 'Erasmus'.
Ante el regreso de Achraf Hakimi y la continuidad de Dani Carvajal, el Real Madrid tiene aseguradas las dos plazas para el lateral derecho de la próxima temporada. Además, si se sigue confiando en Eder Militao y Nacho Fernández continúa una temporada más, servirán como alternativa ante situaciones extraordinarias. La posición está asegurada.
El vasco parece que no podrá evitar una nueva salida con la que seguirá buscando una progresión que había visto cortada en las últimas temporadas. La mala experiencia en Baviera no ha ayudado para mejorar su confianza. Aunque a partir del 16 de mayo podrá reivindicarse con el regreso de la Bundesliga tras el coronavirus.
La apuesta de Julen
Julen Lopetegui fue su gran valedor en el paso más importante de su vida. El que fuera seleccionador nacional se lo llevó al Mundial de Rusia y, a priori, con muchas opciones de ser titular tras la lesión de Dani Carvajal en la final de la Champions League de 2018.
La precipitada salida de la selección del vasco tras el anuncio de su fichaje por el Real Madrid trastocó todos los planes con él. Hierro colocó a Sergi Roberto, a Nacho Fernández o a Lucas Vázquez antes que al jugador que, días después, anunciaría su fichaje por el club de Concha Espina. Su gran rendimiento en la Real Sociedad hizo que muchos grandes pusieran sus ojos sobre él, pero algo empezaba a fallar desde ese verano.
Fichaje sin confianza
Evidentemente, en el inicio de la etapa de Lopetegui en el Real Madrid partiría como el jugador que le apretaría las tuercas a Carvajal. Sus actuaciones durante la corta estancia del vasco en el banquillo blanco tampoco estaban convenciendo como para pensar que pudiera haber un 'sorpasso'. Ser protagonista en las derrotas ante el CSKA en Champions y ante Alavés y Levante en Liga no le ayudó en ese periodo de adaptación.
Acumuló más partidos sin convocar que con el resto de la plantilla con el entrenador que parecía apostar por él; una cuestión complicada de asumir para alguien que está dando sus primeros pasos en el fútbol profesional y en un club con la presión a la que somete el Real Madrid. Solari confió en él en más ocasiones, sumó varias asistencias y algunas actuaciones decentes para recuperar esas sensaciones.
El reencuentro
La próxima temporada podría producirse ese tercer encuentro con Julen Lopetegui en el barrio de Nervión. Odriozola confía en recalar en una plantilla que probablemente se meta en la Champions de la próxima temporada y en la que podría tener más opciones ante la edad de un Jesús Navas que, a pesar de su grandísimo rendimiento, irá yendo a menos.
Las buenas referencias de Reguilón están terminando por convencer a un Odriozola que ha asumido que tendrá que mostrarle al Real Madrid desde fuera que en algún momento puede ser el hombre que marque la diferencia desde el lateral derecho. Los 30 millones que supuso su fichaje en el verano de 2018 quieren encontrar su razón de ser antes de quedar en el olvido como una contratación intrascendente en la historia del Real Madrid.
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