La vuelta de La Liga obligará a reinventarse a los equipos. Se volverá a competir finalmente, pero de una forma inédita en el campeonato liguero y sobre todo para muchos equipos -aquellos que no están acostumbrados a jugar en Europa-. El parón, el calendario y lo que hay en juego cuando se regrese afectará a la gestión de las plantillas de todos los clubes.
Esto incluye al Real Madrid. El conjunto blanco está acostumbrado a jugar cada tres días -como se resolverán las once jornadas de Liga que quedan-, pero el equipo notará, como todos, las consecuencias de volver a la acción tras dos meses de un parón brusco y tras el que los jugadores no llegan precisamente descansados. Este será el factor que lo cambiará todo, empezando por la idea de Zinedine Zidane de su equipo.
El técnico francés siempre ha acostumbrado a dar protagonismo a gran parte de su equipo, no solo a los once teóricos titulares. Pero ahora, su frase de "todos son importantes" coge más valor que nunca. Futbolistas con los que no contaba o que, incluso, estaban sentenciados volverán a ser útiles y volverán a tener minutos en plena carrera por el título de La Liga.
Los cinco cambios tras el parón
Es clave para entender esto la entrada de los cinco cambios por equipo durante el partido, que ya han aprobado tanto la FIFA como la RFEF. Habrá dos sustituciones más por partido -la razón es que los jugadores se cansarán más rápido en estas condiciones- y tendrán así más oportunidad de jugar aquellos futbolistas relegados a completar convocatorias o jugar los instantes finales de los partidos.
En el Real Madrid, los dos casos más relevantes son los de dos figuras reconocidas mundialmente: Gareth Bale y James Rodríguez. El rol de ambos ha ido cayendo en picado con el paso de las jornadas y, aunque no estén apartados por Zidane, no son piezas claves en los planes de su entrenador. De El Clásico, penúltima jornada antes del parón, salieron enfadados. Ahora se les presenta una nueva oportunidad.
Una nueva oportunidad... ¿para brillar en el mercado? El Real Madrid quiere vender al galés y al colombiano este verano. Son jugadores por los que se puede ingresar dinero -un mínimo de 75 millones por la suma de los dos- y sus salidas dejarían un hueco salarial importante en la plantilla blanca. El problema es que su poca continuidad con Zidane enfrió el interés de algunos pretendientes.
El futuro de Bale y James
Cuanto más jueguen, más llamadas llegarán preguntando por ellos. Y más atractivas serán. Bale, por ejemplo, no está dispuesto a salir de cualquier manera del Real Madrid. Si no le presentan un proyecto ganador y con un salario a la altura, quiere seguir en el club blanco hasta agotar su contrato, que termina en 2022.
Con James será más fácil, aunque el Real Madrid deberá bajar las pretensiones económicas que tenía la pasada temporada con él. El club blanco no podrá buscar los 50 millones que pretendía y su precio podría bajar hasta la mitad. El colombiano sabe que no tiene nada que hacer con Zidane y su sueño se terminará este verano. ¿El destino? Sueña con seguir en Madrid y jugar en el Atleti, pero ese parece más un deseo pasado de los rojiblancos.