El Real Madrid afronta las últimas semanas de la temporada. El calendario, debido al parón provocado por el coronavirus, estará más apretado que nunca. Por ello, nada más acabar los compromisos deportivos, la directiva merengue se pondrá manos a la obra para organizar la plantilla de cara a la próxima campaña.
Gareth Bale es uno de los nombres que más trabajo van a dar. Un año más, el galés suena para abandonar la entidad. No cuenta para Zidane y así se ha podido comprobar en estos últimos partidos de La Liga. Sin embargo, desde el entorno del jugador se resisten a confirmar su adiós.
Él quiere mantenerse en la capital si no llega una oferta similar a la que tiene en el Santiago Bernabéu. Algo muy difícil y que lleva complicando su marcha varios veranos. Con la Champions en el horizonte, el delantero seguirá protagonizando noticias y su futuro permanecerá como una de las grandes incógnitas.
Bale se cierra
El jugador mantiene silencio. Nunca ha sido de hablar mucho y en su etapa en el Real Madrid no se le han escuchado muchas malas palabras. Su discreción, sin embargo, choca con la de su entorno más cercano. Bale traslada sus intenciones a todo aquel en quien confía y, así, se van sabiendo cuáles serán sus próximos movimientos.
El agente del galés, cuando los rumores sobre su salida se intensificaron, salió a la palestra para volver a confirmar la postura de siempre: Bale no se moverá del Real Madrid. Por si fuera poco, el jugador también ha comunicado a la selección de su país que seguirá en la capital el año que viene. Todo un pulso que el Real Madrid va a aguantar hasta el final.
"Zidane ha tenido mucho éxito y no hay odio, simplemente no quiere jugar con él. Gareth entrena bien todos los días. Gareth no busca sobrevivir a Zidane". Es el análisis del representante de Bale y que refleja a la perfección la estrategia del atacante para mantenerse de blanco.
Una de las ofertas que podía llegarle era del Newcastle. Pero las negociaciones económicas del club inglés con un con consorcio de Arabia Saudí no han salido adelante y la operación con Bale se convierte, por tanto, en algo imposible.
Un verano sin fichajes
Una de las opciones de Bale para seguir en la capital es que el Real Madrid no va a realizar ningún gran fichaje. El club quiere ingresar la mayor cantidad de dinero, y los planes que hay en las oficinas de Valdebebas se mueven en cifras superiores a los 100 millones de euros en traspasos. Todo para paliar los efectos de al crisis del coronavirus y cumplir con la coherencia que conlleva pedir una rebaja de sueldo a la plantilla.
Bale sería uno de los jugadores que impulsara esa cantidad de ingresos. Pero, en caso de que no salga, sería el salvoconducto perfecto para el galés si quiere volver a jugar. El hecho de que el Real Madrid no realice un fichaje estrella dejaría un hueco, aunque pequeño, a Bale. Zidane, por lo tanto, podría hacer uso de él cuando las lesiones o las rotaciones lo hicieran necesario.
La prueba de la Champions
El duelo de Champions entre el Real Madrid y el Manchester City será una prueba perfecta para Bale. Saber si tiene la más mínima opción de pisar el césped pasa por lo que suceda en el Etihad. Además, podría ser el último duelo del equipo merengue esta temporada y, por ende, la despedida definitiva de Bale. En cualquier caso, sus palabras serán de las más buscadas.
Zidane podrá contar con toda la plantilla salvo con Mariano y con Sergio Ramos. Hazard llega en forma tras los últimos problemas por lesión y la delantera, con Benzema en racha, parece estar completa. Por ello, Bale podrá ver cuál será su papel aproximado el año que viene. La grada, el banquillo o una opción más para revolucionar los partidos saliendo de refresco.
Este año tan solo ha jugado 20 partidos, de los que tres son de Champions y con un cómputo global de minutos inferior a los 1.300. En cuanto a sus datos individuales, escasos tres goles que ya fueron igualados por Marco Asensio tras meses de lesión.
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