La Primera Iberdrola dio comienzo el pasado fin de semana y lo hizo con el plato fuerte de El Clásico entre Real Madrid y Barcelona, el primero de la historia en el fútbol femenino. Como manda la tradición, no hay enfrentamiento entre los eternos rivales sin polémica y como pasa con el masculino, en el partido disputado en Valdebebas también hubo lío. Un lío que podría haberse evitado de utilizarse el VAR.
El Clásico se jugaba en la Ciudad Real Madrid. Un duelo de altura para dar la bienvenida a la nueva temporada del fútbol femenino en España. Frente a frente dos equipos en diferentes dinámicas. El Barça por un lado, uno de los grandes de nuestra liga y también un habitual en las rondas finales de la Women's Champions League. El Madrid por otro, un recién nacido con mucha ambición.
Las azulgranas golpearon primero con el tanto de Patri Guijarro en el minuto 18. Cuando parecía que el encuentro se iría al descanso con el 0-1 luciendo en el marcador, apareció Kosovare Asllani para hacer el gol del empate. Cuando las futbolistas de David Aznar estaban celebrando la diana, la colegiada del choque confirmó que esta había sido anulada por una presunta falta de la sueca sobre la portera Sandra Paños.
Las imágenes posteriores de la jugada confirmaron que no hubo falta de la delantera del Real Madrid Femenino sobre la guardameta culé y de la selección española. Sin embargo, en la Primera Iberdrola no hay VAR y, por tanto, tampoco hay esa revisión de las acciones polémicas para su posible rearbitraje. De sí haber sido posible el uso de esta herramienta, el gol de las blancas hubiera subido al marcador.
Un empate a 1 justo antes del descanso que podría haber cambiado el devenir de un partido que durante la segunda mitad se declinó a favor del bando blaugrana. Pero lo más importante aquí es que el VAR, como una herramienta que ha entrado de lleno para quedarse, también debe ser utilizado en el fútbol femenino como ya lo es en las máximas competiciones del masculino.
La larga guerra
Fue el pasado mes de junio cuando la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) comunicó que declaraba a las ligas de Primera y Segunda División del fútbol femenino en España como "competiciones profesionalizadas". Esto no sentó nada bien a la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF), órgano que de inmediato hizo púbica su respuesta.
"En relación con el comunicado de la RFEF, la ACFF lamenta profundamente la confusión generada por RFEF a la opinión pública al utilizar un término que no existe en la normativa deportiva, como es el de competición profesionalizada, con el objetivo de aparentar haber sido transformada en algo que todavía no es: competición profesional", explicaron desde la ACFF en su nota.
"La Ley 10/1990 del Deporte establece, en su artículo Artículo 46.1, a), que las competiciones deportivas se clasifican como oficiales o no oficiales, y como profesionales o no profesionales. No existen las competiciones profesionalizadas, y por lo tanto, hasta que sea calificada por el CSD como competición profesional, las competiciones de fútbol femenino siguen siendo competiciones no profesionales", continuó el organismo.
"El fútbol femenino, sus clubes, futbolistas, técnicos y aficionados merecen dejar de ser una competición no profesional y ser calificada como competición profesional. Pero, sobre todo, merecen no ser denominadas competiciones 'reto', de 'honor', 'pro', ni mucho menos 'profesionalizadas', como si de un premio de consolación se tratara", sentenció el comunicado la ACFF.
Una vez comenzada la nueva temporada, todavía no se ha puesto fin a este debate que pone de relieve lo mucho que queda por hacer en el fútbol femenino. La implantación del VAR es el siguiente escollo que tiene delante este deporte en la eterna lucha por la igualdad. De hecho, en la última edición de la Women's Champions League ya hubo mucha polémica en este sentido.
¿Y el VAR para cuándo?
La española Irene Paredes ya denunció que no se utilizase el VAR en la máxima competición continental. Algo que nunca hubiera ocurrido en el fútbol masculino, pero que estuvo a la orden del día en el torneo femenino que se celebró el pasado mes de agosto en Bilbao y San Sebastián.
"Que no haya VAR en la Champions femenina es parte de la discriminación. No entiendo por qué no hay VAR en la Champions femenina. Es parte de la discriminación, lo digo así y no me voy a esconder. Si queremos igualdad, esto tiene que ser igualdad", explicó entonces la capitana del PSG.
Durante toda la fase final de la Women's Champions League no se utilizó el VAR, algo que sí ocurrió en el partido definitivo por el título, el cual acabaría en manos del Olympique de Lyon otra vez. Después de esto, la polémica se ha trasladado a nuestro fútbol y se ha hecho más visible teniendo en cuenta que el lío se ha producido en El Clásico.
La propia protagonista de la jugada, la sueca Asllani, utilizó sus redes sociales para denunciar lo sucedido: "Tener el 1-1 en el descanso en lugar del 0-1 es una gran diferencia. Necesitamos VAR en el fútbol femenino porque esto soy yo haciendo falta a la portera (haciendo referencia a la jugada".
Que la polémica haya llegado en todo un Real Madrid - Barcelona, que consiguió una buena audiencia en su retransmisión en abierto por Teledeporte, puede servir de ayuda para que el VAR también llegue a la Primera División del fútbol femenino en España. Porque la pregunta que se hacen muchos es: ¿por qué ellos sí y ellas no?
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