El delantero Robinho, a sus 36 años, acordó este sábado su regreso al Santos y jugará al menos hasta febrero en el equipo en que surgió en 2002 por poco más que un salario mínimo, informó este sábado el propio club brasileño.
Según el contrato, que será firmado en las próximas horas, el delantero, que jugó para el Real Madrid, el Milán y el Manchester City, así como en el fútbol chino y turco, recibirá por mes 1.500 reales (190 dólares), un salario un poco superior al mínimo que rige en Brasil.
El Santos no pagará nada por su fichaje, ya que a mediados de este año el jugador quedó en libertad, tras finalizar su vínculo con el Basaksehir de Estambul, en el que jugó la última temporada.
El equipo en el que también surgieron jugadores de la talla de Pelé y Neymar atraviesa por serias dificultades financieras y está a punto de recibir una sanción de la FIFA que le impedirá contratar jugadores durante un período de tiempo aún no definido.
La previsible sanción, que puede ser anunciada la semana próxima, corresponde a deudas no saldadas con el Huachipato chileno, por el fichaje del venezolano Yeferson Soteldo, y con el Atlético Nacional colombiano, por la contratación del defensa Felipe Aguilar.
El ya veterano Robinho tiene problemas con la justicia italiana, que le condenó a nueve años de cárcel por su supuesta participación en una violación colectiva sufrida por una joven en una discoteca de Milán en 2003, frente a lo cual ha recurrido y está a la espera de una decisión.
Una carrera truncada
Robinho se presentó al fútbol mundial en el Santos del 2002, un equipo en el que también jugaba Diego Ribas y con el que conquistó las ligas brasileñas de ese mismo año y de 2004.
Un año después fichó por el Real Madrid y en 2008 inició un largo periplo que le llevó al Milán italiano, al Manchester City y que incluyó tres regresos a Brasil, para volver a jugar en dos ocasiones con el Santos y otra con el Atlético Mineiro.
Entre 2003 y 2015 fue indiscutible en la selección brasileña, con la que jugó 102 partidos, anotó 30 goles y ganó la Copa América de 2007 y la Copa de las Confederaciones en 2005 y 2009. Con la Canarinha también estuvo en los mundiales de Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, y en ambos Brasil cayó en los cuartos de final.
Sin remordimiento
Pese a no conseguir llegar al destino que tenía en mente, Robinho afirmó en una entrevista en 2018 que no se arrepiente de haberse marchado, aunque sí las formas con las que se fue. "No me arrepiento de irme del Madrid. Pero lamento haber acabado mal con ellos cuando me fui", afirma. Reconoce que la entidad de Chamartín le abrió las puertas de Europa y que la forma en la que peleó por salir "borró los recuerdos de las cosas buenas que hice por el equipo", sin embargo, se excusa porque tiene "un temperamento explosivo".
[Más información: Robinho: "No me arrepiento de haberme ido del Madrid, pero sí haber acabado mal"]