El 'mea culpa' de Zidane: su plan de rotaciones en el Real Madrid se le vuelve en contra
Zinedine Zidane ha dado confianza a todos los jugadores de la plantilla en sus diferentes etapas en el Real Madrid, pero este año no está funcionando.
22 octubre, 2020 17:38Noticias relacionadas
Zinedine Zidane apostó desde su primera etapa en el Real Madrid por tener enchufados a todos los jugadores de su plantilla. El club, después de los éxitos conseguidos, le dio manga ancha para elegir con quién contar y con quiénes no para elaborar un plantel de 25 jugadores que fueran del gusto del francés. Esto ha sido clave para lograr el doblete de 2017 o La Liga del coronavirus de esta última temporada. Pero, en el comienzo de esta nueva campaña, se le está volviendo en su contra.
Los merengues han entado en una crisis de resultados, pero también de juego. En el centro del campo no están encontrando la continuidad que solía caracterizar a una medular calificada como de las mejores del mundo. Por mucho que Luka Modric se ofrezca y de soluciones a sus compañeros, ni Kroos está tan fino como en otras temporadas, ni Valverde ha encontrado la regularidad que necesita actualmente este equipo ni Casemiro está manteniendo defensivamente al resto de sus compañeros.
Todo esto se está uniendo a una crisis de gol que ya venía siendo un problema pero que Zidane palió, sobre todo, creando un bloque muy compacto y al que era muy difícil atacarle. Benzema no está encontrando el gol tan fácilmente como las dos últimas temporadas, Vinicius parece el único recurso eficiente en este inicio de temporada y el otro puesto no está teniendo ninguna continuidad. Ni Asensio, sin confianza plena en sus habilidades, ni Jovic, que demuestra apatía en cada encuentro, ni Rodrygo, ni Lucas Vázquez ofrecen otras posibilidades.
Además, los problemas físicos tampoco están ayudando a Zidane a la hora de buscar soluciones. Eden Hazard, el líder a priori de este equipo, no ha podido debutar esta temporada aún. Sergio Ramos ha visto justo como un choque le ha apartado en una segunda parte trascendental frente al Cádiz y de este último partido contra el Shakhtar. Pero es que el lateral derecho se ha quedado vacío sin Dani Carvajal ni Álvaro Odriozola. Por si fuera poco, tu gran apuesta en el mercado de fichajes, el regreso de Martin Odegaard, también estará un mes fuera.
Apuesta lógica
Tanto Cádiz en casa como Shakhtar en el Di Stéfano se antojaban como encuentros favorables para dar cancha a los, a priori, menos titulares. No es baladí que estos partidos que se suelen calificar como trámite son los que complican los títulos y, por ahora, está siendo así. Zidane levantó la mano tras los dos encuentros haciéndose responsable de las derrotas y, sobre todo, de las dos primeras partes tan malas. Él mismo tuvo que corregirse y hacer cuatro cambios en Cádiz o cambiar el esquema ante el Shakhtar.
Si los blancos no pueden modificar su esquema e introducir variantes ante dos rivales como los de los últimos partidos, es que hay un problema en la plantilla. Uno por uno, los nombres que han salido a defender la casaca blanca no suenan mal a ningún aficionado al fútbol. Pero, ya sea por su estado físico, por su confianza o por la tendencia negativa del equipo, ninguno ha estado al nivel que requerían ambas citas.
Zidane ha decidido señalarse a sí mismo. Él fue quien decidió que esos hombres salieran al campo, pero la realidad es que eran dos oportunidades muy favorables para que el fondo de armario destacase. Dejando a un lado el resultado y las sensaciones, los jugadores que han disputado ambos partidos se han señalado a sí mismos con su rendimiento.
Mal momento
Al francés se le ha vuelto todo en contra justo en un momento clave de la temporada. El Real Madrid está afrontando el primer 'Tourmalet' con un Clásico entre medias. Este sábado los blancos viajarán a Barcelona con muchas necesidades después de estos dos resultados y con un ambiente que no es el mejor para afrontar un choque contra los culés.
Zidane va a morir con sus ideas, pero, como él mismo dijo, tiene que encontrar soluciones ante esta crisis de juego y de resultados en la que está inmerso el equipo. Es pronto para pensar en el pulgar hacia arriba o hacia abajo, pero la temporada pasada ya se vio una situación similar. El francés le dio la vuelta. Es uno de los clavos ardiendo a los que los madridistas se atienen.
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