Un Clásico diferente. Eso es lo que veremos este sábado en un Camp Nou que estará vacío. Por primera vez habrá un duelo entre Barcelona y Real Madrid sin público en las gradas, lo que hará algo más descafeinado un enfrentamiento en el que, sin embargo, habrá mucho en juego pese a estar a principios de temporada. Silencio en el estadio, pero mucha tensión sobre el césped.
Y es que este Clásico se produce en un momento complicado para ambos equipos. Ni Barça ni Madrid están en su mejor momento, sumidos en una reconstrucción en diferentes fases y con problemas que van desde lo deportivo, más en caso de los blancos, hasta lo institucional, para los azulgrana. Dos grandes con dudas a su alrededor y que, ahora mismo, ninguno de ellos ocupa la primera plaza de Liga pasadas seis jornadas.
La situación en la que se encuentran Barça y Madrid hace que sea más duro el mañana para el que salga perdedor del choque. Ambos equipos se asoman a un abismo y salir mal parados de un Clásico sería un duro varapalo para el que sea.
Crisis de resultados en el Madrid
En cuanto a resultados llega peor el Real Madrid, que ha perdido los dos últimos partidos y frente a rivales menores (Cádiz y Shakhtar Donetsk); mientras que el Barça se rehizo de su primera derrota liguera (1-0 en Getafe), con una balsámica goleada europea (5-1 frente al Ferencvaros). Dudas con los de Zidane, que se ha mostrado este viernes seguro en el cargo y reafirmando el apoyo desde el vestuario hasta la directiva.
No ha sido un comienzo de temporada fácil para el Real Madrid. El equipo blanco, que no pudo fichar en verano, sigue pasando apuros de cara a puerto y ha perdido esa fortaleza defensiva que le llevó hace unos meses hasta el título de Liga tras la reanudación del campeonato tras el confinamiento. Sin Hazard, el equipo de Zidane estaría vacío de electricidad de no ser por un Vinicius que ha dado un salto de calidad.
Tampoco va sobrado el Barcelona de Koeman con su juego. Se ha visto una mejoría en el juego y los Ansu Fati, Coutinho o Pedri han dado frescura al equipo. Sin embargo, los culés están echando de menos al mejor Messi, que parece seguir con la cabeza puesta en su salida en falso, y sigue sin encontrar al mejor Griezmann, que lejos de crecerse en su segundo año de azulgrana ha perdido todavía más peso incluso enfrentándose a su entrenador.
Más diferencia hay en los despachos. El Madrid ha tenido que asumir el sacrificio de no fichar este verano para paliar las pérdidas por la crisis del coronavirus, pero lejos de eso goza de estabilidad como entidad y no se ha visto envueltos en líos como los que salen casi a cada semana al Barça.
Lo último en el entorno culé ha sido la salida de tono de Gerard Piqué, que ha cargado contra Bartomeu y ha puesto las cartas sobre la mesa. Con el presidente en fuera de juego, entre la moción de censura y las elecciones que se asoman en el horizonte, los pesos pesados del vestuario siguen mostrando su fuerza en público. No todos y es que Messi, tras su salida en falso y su rajada por la marcha de Luis Suárez, ha dado un paso atrás tanto como capitán como en su rendimiento en el terreno de juego.
Las dudas de Messi
Así se plantea un Clásico con muchas dudas. Sobre lo que se verá en el campo la sensación es más de incógnita. Siguiendo con Messi, podría tratarse de su último Clásico en casa si se confirma su salida a final de temporada. El '10' no ha marcado en los últimos cinco duelos ante el Real Madrid. Disputará su Clásico 44 y encadena dos años, cinco meses y dieciocho días sin marcarle un gol al Real Madrid, una de sus víctimas favoritas. El argentino es el jugador que más tantos ha anotado en la historia de los clásicos (26), pero el último gol del delantero rosarino al Real Madrid se remonta al 6 de mayo de 2018, en el partido de la 36ª jornada de la Liga que acabó en tablas (2-2).
Entre que el argentino sigue buscando su mejor nivel, los culés se agarran a un Ansu Fati que se ha echado el equipo a la espalda siendo su máximo goleador con cuatro goles. Con Griezmann, el tercero en discordia del ataque blaugrana, nadie se atrave a dar por segura su titularidad y si no juega él lo hará Trincao. En el resto del equipo la novedad será Jordi Alba, recuperado de su lesión, y seguirá sin estar bajo palos Ter Stegen.
El Madrid, con Ramos
Para el Real Madrid el clásico aparece como un punto de inflexión. El escenario perfecto para levantar el vuelo y enterrar las dudas que afloran sobre el proyecto e incluso sobre la figura de Zidane. Nada mejor para sus intereses que recuperar al verdadero líder del Real Madrid. Sergio Ramos, el rey del Clásico, está recuperado a tiempo de su rodilla izquierda para disputar el número 45, uno más que Messi. A su imagen de garra apela el madridismo para la reacción tras un desplome inesperado. Desaparecida la seguridad defensiva que le impulsó a la conquista de la Liga tras el confinamiento, el equipo blanco se ha vuelto vulnerable.
Con Courtois como salvador, apunta Nacho como 'parche' del problema en el lateral derecho y el regreso de Mendy a la izquierda. La fortaleza para la lucha del centro del campo la meterá Zidane con la pareja Casemiro - Fede Valverde, a los que acompañarán Kroos y Modric. La esperanza es Vinicius y el madridismo espera que Benzema recupere a tiempo su gol, tras solo meter uno en lo que va de temporada.
Barcelona - Real Madrid
Barcelona: Neto; S. Roberto, Piqué, Lenglet, J. Alba; Busquets, De Jong; Griezmann, Coutinho, Ansu Fati; Messi.
Real Madrid: Courtois; Nacho, Varane, Sergio Ramos, Mendy; Modric, Casemiro, Kroos, F. Valverde; Benzema y Vinicius.
Árbitro: Juan Martínez Munuera (Comité valenciano).
Hora: 16:00 - Movistar LaLiga / EL BERNABÉU.
Información: Partido correspondiente a la jornada 7 de La Liga que se disputará en el estadio Camp Nou (Barcelona) sin espectadores.