El Valencia se fue al descanso en Mestalla ganando 2-1 al Real Madrid. Los dos goles del conjunto che llegaron dados de la mano de la polémica, aunque ha sido el segundo de ellos el que ha levantado más polvareda.
El tanto subió al marcador, un gol de los calificados como 'fantasma', pero desde el VAR deberían haber avisado de la falta cometida sobre Asensio, quien se llevó un golpe de un rival en la pugna por el esférico.
No se entiende cómo después de la revisión del VAR el gol, que marcó Raphaël Varane en propia puerta, pudo acabar subiendo al marcador. Después de comprobar que el esférico había entrado por completo en la portería defendida por Thibaut Courtois, se debería también haber revisado esa falta clara sobre Marco Asensio, que de haberse señalado hubiera inhabilitado todo lo que pasase después.
Cheryshev golpeó a un Asensio que se quejó del golpe recibido, pero la jugada siguió y finalmente fue el propio futbolista ruso el que protagonizó ese gol fantasma junto a Courtois y Varane. Precisamente fue el central francés el que acabó metiendo el balón en su propia portería.
Las distintas perspectivas no hicieron más que confirmar que el balón había entrado en su totalidad. En esta frontal, con Courtois metido en su propia portería, más de medio cuerdpo, y con el balón a la altura de su pecho deja poca lugar a la duda.
Courtois no pudo evitar esta vez el milagro, pero el gol en ningún caso debería haber sido dado como válido. La falta de Cheryshev sobre Asensio existe. Desde la realización se hicieron eco de las imágenes, por lo que solo cabe que el colegiado del encuentro y desde el VAR creyesen, por pura interpretación, que el golpe del ruso no era suficiente para señalar falta.
Inexplicable decisión del VAR, que en la revisión de la acción polémica debería haber visto esa falta del canterano del Real Madrid, ahora en las filas del Valencia, sobre el '11' del conjunto blanco. El partido se fue con el 2-1 al descanso, pero la polémica continuó tras el paso por vestuarios.
Lío en el área
Al poco de reanudarse el encuentro, Gil Manzano señaló el penalti de Marcelo sobre Maxi Gómez. En directo sí que pareció que el segundo capitán del Real Madrid cometía la pena máxima, pero en sucesivas imágenes desde diferentes perspectivas parecía cada vez más que no había nada punible en el área merengue. A ese penalti le siguió otro a los diez minutos de Sergio Ramos. Este, al contrario, más claro.
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