El Real Madrid no atraviesa un buen momento, pero todavía tiene un hilo al que agarrarse, una pequeña ventana por donde entra luz y el respirador automático mantiene con vida a un gigante que parece dormido. Las bajas, que han asolado estos días al club blanco, podrían borrarse en los próximos días y dejar paso a un panorama más alentador para afrontar la primera gran final de la temporada.
El hecho de que el partido contra el Inter de Milán ya sea una final habla a las claras de cómo está el equipo. En noviembre y con partidos decisivos, algo que sin duda no es positivo, pero tampoco definitivo. Los blancos tienen la obligación de revertir la situación cuanto antes y la primera oportunidad será en Champions contra el equipo italiano.
Allí esperan estar varios jugadores que han sido baja en el doloroso tropiezo frente al Villarreal en el Estadio de La Cerámica. El Madrid, que se puso por delante con el gol de Mariano, no supo ni ampliar ni guardar su ventaja y terminó empatando a uno tras el penalti anotado por Gerard Moreno. Falló de Courtois que salió tarde y provocó la pena máxima. Hasta el más aplicado se equivoca cuando las cosas no van bien.
Sin embargo, el equipo tiene que mirar ya al frente y lo que tiene delante, lo más próximo, es el Inter de Milán de Antonio Conte, Lukaku y Lautaro Martínez. Y para ello, Zidane podrá contar con gran parte de su equipo A que ha estado los últimos días entre algodones, acumulando bajas y maldiciendo el día en el que el coronavirus entró en las vidas de todos.
Precisamente vidas son las que ya no tiene el equipo blanco en Champions, por ello la victoria es básica, necesaria y fundamental. Zidane ha conseguido recuperar jugadores en el antiguo Madrigal y sumar efectivos que van cogiendo rodaje para la final en Italia. Nacho y Carvajal han vuelto tras sus importantes lesiones y el equipo ya tiene otro lustre en defensa, a pesar de que sea la zona que más sufre. Los de Zidane se desangran atrás, donde han perdido su brillo del año pasado.
En la zaga, la gran baja seguirá siendo Sergio Ramos, que cayó lesionado con la selección española y estará cerca de 15 días fuera. No obstante, la vuelta de Nacho y Carvajal son buenas noticias, al igual que lo ha sido el sacrificio de Varane. El francés no está realizando una buena temporada, pero ha demostrado sacrificio y pundonor para jugar tocado del hombro ante el Villarreal.
Hazard, en rodaje
Otro que también ha vuelto y del que se espera mucho es Hazard. El belga superó el coronavirus en tiempo récord y ha regresado más fino que nunca, demostrando que se ha tomado en serio su parón para seguir afinando su forma. Con minutos y rodaje, Hazard debe ser resolutivo y llegó a la capital de España para partidos como el de la próxima semana. Es su hora.
Sin embargo, Zidane espera más noticias positiva en estos pocos días que quedan hasta que llegue la final europea contra el Inter. Una por línea, empezando por la defensa. Ahí deberá regresar Militao, que no ha encontrado en la convocatoria de Villarreal por un resultado indeterminado en sus test de la Covid-19, al igual que Casemiro. No obstante, la recuperación del central es total.
Y al igual que Militao, su compatriota Casemiro, que ya había entrenado esta semana con el grupo y al cual se espera para el duelo de Milán. Es el ancla del equipo y la persona que libera a Kroos de su trabajo defensivo. Por ello, su presencia será vital en el duelo frente al Inter.
Esperanza con Benzema
Por último, el otro jugador que debería llegar recuperado al duelo de Champions es Benzema. El galo se retiró en la derrota en Mestalla antes de tiempo con molestias musculares y, tras haberlas superado, se quedó fuera del partido de La Cerámica por unas dolencias en la cadera. No parecen importantes, por lo que todo apunta que estará disponible para Zidane. Mientras tanto, Mariano ya ha presentado su candidatura al puesto demostrando su efectividad ante el 'submarino amarillo'. Quien no estará seguro es Jovic, que dio positivo por coronavirus hace unos días.
Esta es la situación del equipo de Zidane antes del trascendental partido de Milán donde el Real Madrid debe dar un golpe en la mesa, solucionar la complicada papeleta de la Champions y, además de asegurar su supervivencia en la máxima competición continental, revertir de una vez por todas las dudas a su alrededor.
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