El Real Madrid está al filo de uno de sus grandes fracasos. La derrota contra el Shakhtar Donetsk le ha dejado en una situación muy comprometida de cara a la última jornada de la fase de grupos de la Champions League y, aunque todavía pueda depender de sí mismo, la confianza está bajo mínimos. En Kiev, donde hace poco más de dos años se levantaba La Decimotercera, el Madrid tocó fondo.

Obligado a reaccionar, el Real Madrid sabe que se la juega en los próximos partidos. Primero el hecho de estar en octavos de Champions y no caer por primera vez en su historia en la fase de grupos. Pero tampoco puede descuidarse en Liga, donde es cuarto jugados 10 partidos a siete puntos de la Real Sociedad (con un partido menos) y a seis del Atlético de Madrid (con un partido más).

La temporada 2020/2021 se le está atragantando al Real Madrid. Aún hay tiempo para reaccionar por el mes en el que estamos, pero el calendario avanza y la situación de los blancos no hace más que empeorar. ¿Cómo se ha llegado hasta aquí? Lo explican varias claves.

Nadie se salva

La crisis del Real Madrid se podría decir que no tiene un responsable por encima del resto. Todos son culpables. En el vestuario, ni Zinedine Zidane ni los jugadores han estado a la altura de la expectativas y ahora se les cuestiona. Cinco derrotas en 15 partidos que son responsabilidad de todos.

Es cierto que es un año que no lo pone fácil. Sin embargo, el calendario tan apretado, las lesiones y el coronavirus no son suficientes excusas para lo que se está viendo del Madrid.

Poca movilidad

En cuanto a lo que se ve en el campo, parece que el peor germen de este Madrid son sus propias ganas o, al menos, las que demuestran tener. En estos momentos es un equipo abatido sin una figura que levante a sus compañeros. La baja de Sergio Ramos ha vuelto a hacer mucho daño, pero en un equipo como este no se puede depender de un solo futbolista para sacar el carácter.

La jugada del Shakhtar del primer gol es un reflejo del Madrid actual. El equipo se desenchufa de los partidos con una temerosa facilidad y lo está pagando caro. Se concede mucho y luego no hay tiempo para responder.

Errores y fragilidad

El Madrid ha perdido toda fortaleza defensiva. El equipo comete muchos errores y ayer se volvió a ver. Nacho falló y le costó una amarilla a Varane y Mendy y el central francés le dieron un gol al Shakhtar. Sí, otra vez Varane, que suma otro error en Champions y sigue siendo uno de los grandes señalados de la situación actual del Madrid.

Los de Zidane solo han sido capaces de dejar su portería a cero en cuatro de 15 partidos que van disputados. Es decir, 11 partidos recibiendo goles y eso que Thibaut Courtois no puede ser señalado porque sigue parando.

Zidane se atasca

Zidane ha tenido momentos difíciles en el Real Madrid, pero seguramente ninguno peor que este. El técnico francés está en la cuerda floja, ahora sí. El porqué de que esté cuestionado, más allá de los resultados, está en que parece no dar con la tecla para que su equipo sea un bloque en el campo. Reina el desorden y en eso sí queda señalado como principal responsable.

Mientras suenan ya los nombres de Mauricio Pochettino y Raúl González, Zidane no quiere dimitir y saltar del barco antes de que se hunda. Su compromiso es total y ahora que casi se ha quedado sin balas debe imponer su categoría como entrenador.

Capacidad de reacción

El Real Madrid afronta diez días claves que pueden decidir la temporada. Casi sin tiempo a recapacitar, este sábado le toca en Liga uno de los rivales más difíciles, el Sevilla. Entre semana se decidirá si pasa o no a octavos en Champions y tres días después se mide contra el Atlético de Madrid. Gloria o muerte.

Sin Hazard y otras bajas importantes, el Madrid debe sacar su capacidad de reacción. Esa que ha faltado en esta temporada cargada de vaivenes. ¿En quién se tiene que agarrar el equipo? El regreso de Ramos puede ser clave. Solo vale ganar y no volver a caer como ocurrió tras imponerse al Inter.

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