El Real Madrid completó otro gran partido en la final que tenía en el derbi que se disputó este sábado, pero también disputó otro increíble choque Lucas Vázquez. Los memes que criticaban al jugador merengue han quedado atrás para dar paso a los que le elogian, cuestión que gusta al mismo jugador y que así ha demostrado en las últimas horas en sus redes sociales. Está en un estado de forma muy bueno y eso se nota en su humor.

El canterano ha compartido una de esas imágenes que corren por las cuentas de Twitter e Instagram que un seguidor había publicado. Lucas sale en la fotografía ultramusculado y en formato gigante, dejando a sus compañeros muy pequeños, casi ridículos. Evidentemente, el significado de este montaje es positivo alabando su gran estado de forma desde que tuvo que reconvertirse en lateral y, este sábado, también como extremo.

Lucas está en el mejor estado de los últimos años. Acaba contrato a final de temporada y se está ganando la renovación a base de buenas actuaciones. Es uno de los grandes responsables de que Zidane haya salido dando un golpe encima de la mesa después de estas tres finales que tenía que afrontar en la última semana. Es una de las mejores noticias que se ha llevado de este tramo de la temporada y parece que está disponible para llevar lejos a los merengues.

Sin hacer ruido, pero impecable. Es difícil encontrar un error de Lucas ante Sevilla, Borussia y Atleti. Su buen hacer le ha hecho esencial en los últimos duelos y todo hace pensar que seguirá en los onces titulares más tiempo. El gallego quiere ser importante esta temporada y va a vender caro el puesto. El extremo derecho parece que seguirá siendo suyo, sobre todo mientras Eden Hazard esté de baja. Asensio, Vinicius y Rodrygo se pelearán por el izquierdo.

Incombustible

Las burlas de algunos con un jugador que parecía no tener nivel para la plantilla del Real Madrid han desaparecido en este último mes. La sensación de que Lucas es un nuevo caso Jesús Navas es tan real como factible. Sus actuaciones en estos partidos han dejado claro que con intensidad, sacrificio y, sobre todo, ganas de jugar al fútbol, el gallego puede desempeñar labores defensivas. Zidane estaba convencido de ello, por eso le ha transmitido confianza siempre que ha podido.

Lucas, para la media de exigencia que debe tener una plantilla como la del Real Madrid, está en el nivel medio-bajo. Él mismo lo sabe, pero lo compensa con un sacrificio que le hace destacar por encima de otros muchos. Y es que si todo marcha como hasta ahora, pensar en que Lucas puede asentarse como lateral derecho suplente del equipo, además de aportar su polivalencia en ataque si es necesario, no es descartable si Odriozola no da un paso adelante.

Hay dos factores a tener en cuenta. El primero es el de la respuesta a la necesidad. Lucas es un jugador de club y, cuando más necesitaban un esfuerzo extra para salir de una situación complicada, ahí ha aparecido el canterano. La segunda es la de ganarse esa renovación. Él dice que es "un asunto complicado". No es baladí teniendo en cuenta la situación económica de la entidad y su edad. Pero la realidad es que su rendimiento sobre el campo ha hecho que, por lo menos, merezca la pena intentarlo.

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