El Real Madrid ha salido con viento a favor de las tres finales que afrontó en la última semana. Los blancos ganaron a Sevilla, Borussia y, sobre todo, Atlético de Madrid para revertir una mala racha de resultados, clasificarse como primero de grupo en Champions y recortar la distancia con el liderato de La Liga. Ahora, los blancos enfocan todos sus esfuerzos en este torneo con seis citas antes de buscar el primer título de la temporada con la Supercopa de España.
El estado de forma del equipo ha vuelto a levantar el ánimo entre los madridistas. Este triunfo ante el Atlético del fin de semana ha sido la guinda en el pastel cuando el marrón que tenía encima tanto Zidane como los jugadores estaba por encima de los tobillos. Una demostración de que la plantilla es buena, el entrenador está a la altura y que no solo cuando quieren, pueden, también ponen encima de la mesa que están preparados para cualquier reto.
Esta última semana ha puesto a muchos en su sitio. Con mejor o peor fortuna, de repente el Real Madrid ha dejado las porterías a cero, ha hecho goles y ha jugado muy bien. Todos están de acuerdo al incluir estos tres choques entre los más completos de la temporada y, entre ellos, hay algunos puntos en común. El regreso del capitán Ramos, el nivel de Lucas Vázquez y la recuperación del mejor trivote de centrocampistas del mundo con Casemiro, Kroos y Modric son las principales razones.
Ahora, esta buena forma tendrá que tener continuidad en La Liga. No tendrán más distracciones hasta que tengan que afrontar esa Supercopa. Después de dar el manotazo a la crisis, tienen que enfrentarse a la realidad que también ha acompañado a este equipo durante el año: perder la concentración y la tensión cuando se trata de equipos de menor entidad. Seis partidos esperan para dejar este fantasma atrás.
Prueba de tensión
Este martes 15 de diciembre comienza esta recta final del año con aroma liguero y, a priori, contra rivales bastante favorables mirando a la clasificación. Ante el Athletic en el Alfredo Di Stéfano buscarán dar continuidad al buen estado de forma de los últimos siete días. Este choque adelantado de la jornada en la que los blancos estarán jugando la Supercopa hace que se enfrenten al séptimo partido en 25 días, un test peligroso por la carga continua.
Después llegarán Eibar en Ipurua, Granada como locales y Elche en el Martínez Valero antes de cerrar el 2020. Tres choques que disputará el Real Madrid ante rivales que están mejorando su imagen en los últimos partidos, pero que están en la mitad inferior de la tabla. Será un examen ya que en este tipo de encuentros los blancos se han dejado puntos fundamentales. Cádiz y Alavés son ejemplos claros de lo sucedido en este tipo de enfrentamientos, sobre todo cuando son como local.
Ya en 2021, el Celta será el equipo encargado de estrenar el Di Stéfano en este nuevo año. Además, antes de afrontar la Supercopa, el Osasuna será el equipo que medirá a los blancos en Pamplona para ver cómo llegarán a esta cita los de Zidane. Los merengues no pueden tener un ápice de relajación en estos días, aunque también contarán por primera vez en un mes con algunos días de descanso entre partido y partido. La regularidad en Liga mide si puedes o no puedes optar a la victoria final. El Real Madrid del año pasado lo consiguió y estos seis partidos serán claves en la búsqueda de ese rendimiento.
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