El Real Madrid no ha arriesgado en la convocatoria para enfrentarse al Eibar y ha dejado fuera a aquellos jugadores que no llegaban al cien por cien. Es la estrategia que se lleva aplicando desde hace unas semanas. Zidane no se la quiere jugar y, ante las constantes lesiones que ha tenido que sufrir la plantilla, se ha optado por confiar en el fondo de armario del conjunto blanco para evitar forzar a algún jugador.
El último caso es el de Eden Hazard. El belga se lesionó ante el Alavés el pasado 28 de noviembre. Una pésima noticia que llegaba justo cuando estaba recuperando la forma física. Se habló de todo tipo de lesiones, pero lo que era una obviedad es que se iba a perder varias jornadas de La Liga y Champions. Es más, estuvo apartado para las 'finales' de la competición europea y la doméstica. Estos últimos días volvió a entrenarse con el grupo y dejó buenas sensaciones.
Sin embargo, cuando todo apuntaba a que estaría presente ante el Eibar, Zidane sorprendió dejándole fuera. "Lo importante es que esté bien recuperado". Un mantra que el técnico francés extenderá a todos los jugadores que sea necesario. "Tranquilidad. Lo necesitamos, pero no queremos hacer tonterías de volver rápidamente y que pase algo. Tranquilidad y paciencia".
Cabe recordar que Hazard ya se perdió el inicio de temporada por problemas físicos y que Zidane repitió, igualmente, que no se arriesgaría con él. Isco, por su parte, tampoco viajará a Ipurúa. Un golpe en el tobillo le han dejado fuera de la convocatoria para la jornada liguera ante el Eibar.
Ya pasó son Ramos
Sergio Ramos es uno de los ejemplos más recientes de cómo el Real Madrid se ha negado a forzar a cualquiera de sus pilares. El central había tenido presencia en todos los partidos con el conjunto merengue desde el inicio de temporada. Siempre y cuando las lesiones se lo permitían, el camero era indiscutible en el once. Se marchó con la Selección, certificó la clasificación para la Final Four de la UEFA Nations League... y regresó lesionado a la capital.
El Madrid ya miraba al futuro. Con la crisis de resultados que se produjo tras el parón por selecciones, los de Zidane debían dar un paso al frente para no despedirse de La Liga y de la Champions League. Tres finales ante Sevilla, Borussia y Atlético que Ramos podía jugar. El sevillano entrenó antes del duelo ante su exequipo y, como con Hazard, saltó la sorpresa. No fue convocado y se quedó en tierra. Los resultados fueron positivos, volvió ante el cuadro germano y el zaguero está al cien por cien. No se arriesgó, el Madrid ganó igualmente y el capitán no ha sufrido ninguna molestia nueva.
Rotaciones constantes
El cuadro merengue, si por algo se está caracterizando en este inicio de campaña y a lo largo de la estancia de Zidane en el banquillo, es por las constantes rotaciones en el equipo. Los resultados no han defraudado y, más allá de los diferentes altibajos que se hayan sufrido, la plantilla del Real Madrid se ha ganado la confianza del técnico galo.
En defensa, cuando parecía que las lesiones podían obligar a forzar a algún jugador, Zidane dio oportunidades a Lucas Vázquez y Nacho Fernández. Los dos estaban en duda tras un bajón físico, pero se acabaron haciendo con el puesto e hicieron olvidar las lesiones de Carvajal, Odriozola y hasta de Sergio Ramos.
Misma situación que se ha dado en el centro del campo y en la delantera. Fede Valverde y Odegaard, cuando el físico se lo ha permitido, han formado parte del once ideal de Zinedine Zidane. En ataque, de igual manera, Vinicius y Rodrygo han sabido hacer olvidar cualquier referencia ofensiva. Incluso cuando Benzema no estuvo, Mariano salió y marcó. Opciones en la plantilla hay y forzar no está en los planes del Real Madrid.
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