Marco Asensio está de vuelta. El futbolista balear tuvo que salir al encuentro en una situación muy complicada y demostró una gran implicación personal con el equipo. Nunca es fácil salir por la lesión de un compañero y la de Rodrygo parecía importante. Tras un potente sprint, dejó atrás a un zaguero del Granada que, una vez superado, empujó al futbolista brasileño haciéndole caer. Un mal gesto de Rodrygo provocó que le diera un fuerte tirón en la zona posterior del muslo derecho. Rendido en el suelo, pidió el cambio y tuvo que salir en camilla y entre lágrimas.
Con ese panorama salió al terreno de juego Marco Asensio, casi sin tiempo para calentar y cuando todo parecía destinado a llegar al descanso sin grandes sobresaltos. No obstante, Asensio se calzó sus botas y desde que pisó el terreno de juego se propuso ser decisivo en el encuentro desde el minuto 38, su primer instante sobre el césped del Alfredo Di Stéfano.
El exjugador del Mallorca ha recibido muchas críticas durante esta temporada. Los más escépticos han llegado a afirmar que no se volvería a ver al mismo jugador que se podía disfrutar antes de su lesión de rodilla. Sin embargo, Asensio solo necesitaba tiempo para cuajar partidos tan buenos como el realizado ante el Granada. El mallorquín regresó de su grave lesión del ligamento cruzado en un partido contra el Valencia en los encuentros postconfinamiento. Además, lo hizo gol, pero no consiguió llegar a despegar del todo.
Ya esta temporada, ha contado muchas oportunidades de Zidane, quien le considera un jugador clave de la plantilla y de los más peligrosos en la zona de ataque. Sin embargo, la realidad es que no estaba lo suficientemente acertado como para devolver con grandes actuaciones esas oportunidades.
Sin embargo, el encuentro ante el equipo nazarí ha sido el de su regreso, el de su explosión, el de la demostración que el mejor Asensio sigue estando guardado en esa zurda privilegiada y repleta de calidad que dejó varias acciones de crack mundial ante el equipo de Diego Martínez. Cuando Marco está inspirado, pocos jugadores se pueden comparar. Asensio salió y cambió el partido, por lo que aprovechó con creces la oportunidad dada por Zidane por delante de jugadores como Vincius, Odegaard o Eden Hazard, todos ellos presentes en el banquillo.
Marco Asensio, decisivo
Tras el paso por vestuarios, Asensio decidió hacer suyo el partido en unos minutos absolutamente mágicos. En el minuto 55, dejó la acción más bonita del partido con un remate de espuela sencillamente espectacular, digno de un elegido, de un jugador tocado por una varita mágica y celestial. Detalle de fantasía de lo más práctico y casi efectivo, porque el balón se estrelló en el poste de la meta de Rui Silva. De haber entrado, hubiera sido uno de los goles del año.
Dos minutos más tarde dejó otro detalle de puro genio que, esta vez sí, tuvo incidencia directa en el marcador. Mendy controló un balón en banda izquierda y el mallorquín rompió en velocidad con un desmarque muy inteligente hacia línea de fondo. El lateral le vio y le puso un balón medido en profundidad. Asensio controló, eludió la entrada del rival con un toque sutil y, tras aguantar el contacto, puso un balón exquisito en la cabeza de Casemiro que supuso el primer tanto del partido, el que abría la lata, el que quitaba los nubarrones y daba luz a la noche madrileño. Asensio se estaba gustando y eso se notaba en la calidad de sus intervenciones, mucho más decisivas que nunca. El centro a Casemiro fue para enseñar en las escuelas.
Sin embargo, no fue la única gran acción dejada por Marco en el partido. En otra gran entrada por el carril zurdo, desequilibrando a banda natural, le puso un paso raso y medido a Fede Valverde que llegaba solo al corazón del área y que estuvo a punto a significar el tanto del 'pajarito'. Solo la estirada del meta evitó el gol. Otra acción sensacional y que pudo ser clave en el choque. Además, a Asensio se le vio encarar mucho más que de costumbre, con confianza, driblando, desapareciendo y apareciendo para confundir a la defensa de los Diego Martínez. Tuvo incluso su oportunidad con una gran conducción en paralelo a la línea del área, pero su disparo de zurda, muy potente, se marchó ligeramente desviado.
El partido de Asensio había sido bueno, muy bueno. Sobre todo, se había dejado ver con un protagonismo real, asumiendo riesgos y siendo decisivo para su equipo tanto en sensaciones como en práctica, y eso es algo que no había conseguido hasta ahora. Por ello, Marco Asensio ha decidido volver por Navidad para sumarse a este Madrid triunfal y ya pide paso ante la desgraciada lesión de Rodrygo.
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