El fútbol, como la vida, da muchas vueltas. A veces demasiadas, lo que puede hacer que uno llegue a marearse. Tantas vueltas que pueden hacer que se pierde el rumbo correcto y que la carrera de uno entre en declive, en una espiral de mal rendimiento, lesiones y salidas de tono. Algo así es lo que les ha sucedido en los últimos años a dos exjugadores del Real Madrid que tenían mucho talento.
Estos dos jugadores que vistieron la camiseta blanca son Mesut Özil y Jesé Rodríguez, dos futbolistas de enorme clase y calidad a los que ni el fútbol ni la vida les ha tratado bien, como ellos mismos esperaban, y ahora mismo son rechazados en sus actuales clubes. De hecho, el canario se encuentra completamente libre después de que el PSG le haya rescindido su contrato por su nula aportación futbolística y por su vida extradeportiva.
El que fuera gran joya de la cantera blanca ha ido dando tumbos durante las últimas temporadas hasta consumar un estancamiento total de su carrera. Casi nadie espera ya al Jesé que demostró ser uno de los mayores talentos del fútbol europeo, capaz de ser titular en el Real Madrid junto a jugadores como Cristiano Ronaldo, Bale, Benzema, Di María o Modric.
Jesé estaba llamado a ser una figura clave dentro de la entidad madridista, el sucesor de tantos y tantos grandes jugadores que marcaron época saliendo desde la ciudad deportiva del Real Madrid, ahora situada en Valdebebas. Sin embargo, aquella fatídica lesión de rodilla en un encuentro de Champions fue el principio del fin.
El canario nunca más volvió a ser ese jugador desequilibrante y con gol que hubiera sido clave en cualquier equipo del mundo. Se fue, poco a poco, apagando. Su fichaje por el PSG no fue más que culminación de una pesadilla que todavía no ha terminado. Después, sin dejar de ser propiedad del conjunto francés, pasó por las filas de Las Palmas, Stoke City, Betis y Sporting de Portugal. Todo parches de una carrera ya sin rumbo. Ahora, el PSG ha decidido cortar por lo sano y romper su contrato, dejándole sin equipo.
Özil, en venta
El caso de Özil es, en líneas muy generales, muy parecido al de Jesé. Sin grandes lesiones de por medio, pero su salida del Real Madrid marcó la cuesta abajo de su carrera futbolística. Salió de España y llegó a Inglaterra, al Arsenal, un club donde le entregaron las llaves de la entidad, le hicieron líder y jugador mejor pagado y donde pretendieron que liderara un proyecto como antes lo habían hecho otros como Henry o Cesc Fábregas. Sin embargo, Özi no llegó a ser ese futbolista capaz de llevar a un equipo sobre su espalda.
Su calidad y su técnica individual nunca estuvieron en duda, pero el alemán ha ido perdiendo protagonismo a pasos agigantados hasta ser ahora mismo una lacra en el equipo de un Mikel Arteta que ya ha explicado por activa y por pasiva que no le quiere. El técnico español no solo no cuenta con él, sino que no está dispuesto a cambiar de opinión y por eso ya le ha dejado claro que lo mejor es buscar una salida.
Ahora, a ambos se les ha presentado una oportunidad única de unir sus caminos e intentar resurgir de sus cenizas, o de continuar sus carreras como buenamente puedan, ya que todavía tienen 27 y 32 años respectivamente. Bild afirma desde Alemania que el mediapunta estaría muy cerca de llegar a la ciudad de Estambul para militar en el Fenerbahçe, mientras que diversos medios turcos aseguran también que el agente de Jesé ya se habría puesto en contacto con los directivos del tercer clasificado de la liga otomana para estudiar la viabilidad de la operación. De esta forma, Jesé y Özil podría reencontrarse en Turquía defendiendo los colores del Fenerbahçe.
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