La derrota del Real Madrid contra el Levante ha provocado que el equipo de Zinedine Zidane haya dicho adiós, casi definitivamente, a La Liga. El partido estuvo marcado por una expulsión injusta a Militao en el minuto 8 del encuentro y por un penalti de Vinicius sobre Clerc que fue falta fuera del área.
Estas dos acciones han enfadado mucho en la cúpula y en la plantilla del Real Madrid. El club blanco se siente perjudicado por las decisiones del árbitro, Medié Jiménez, y del VAR, con Cuadra Fernández a los mandos. Especialmente ha sentado mal la roja a Militao, cuando el colegiado había mostrado amarilla en un primer momento al brasileño y en ningún se trataba de un error manifiesto para que el VAR entrara de oficio.
Tal ha sido el cabreo del Real Madrid que Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales, ha dejado a un lado su habitual tono conciliador para hablar sobre el arbitraje sufrido en la tarde de este sábado en Valdebebas: "Con Militao basta una amarilla, Sergio León se va a la izquierda".
Butragueño también se quejó de que no se fuera a revisar el penalti de Vinicius sobre Clerc cuando "hay una toma en la que se ve que es fuera del área". Los jugadores y el cuerpo técnico tenían el mismo enfado que el club cuando abandonaron el Di Stéfano y es que consideran que la derrota ha estado marcada por un partido casi entero con un jugador menos.
No se descarta que el Real Madrid pida explicaciones a la RFEF y al Comité Técnico de Árbitros por la roja a Militao, ya que no se entiende la intervención del VAR en esa situación. Por otro lado, preocupa en el club blanco la tendencia arbitral existente desde el penalti que señalaron por falta a Sergio Ramos en El Clásico del Camp Nou.
La tendencia arbitral
Desde aquel encuentro contra el Barcelona, al Real Madrid le han pitado siete penaltis en contra y ninguno a favor: tres contra el Valencia, uno contra el Villarreal, uno contra el Alavés, uno contra el Elche y uno contra el Levante.
Este dato preocupa y mucho en la entidad merengue, aunque el daño ya está hecho y La Liga se ha puesto casi imposible. Además, el Real Madrid quedó eliminado de la Copa del Rey contra el Alcoyano en la prórroga, aunque quizá el tiempo extra nunca se hubiera disputado si el colegiado hubiera señalado una clara pena máxima sobre Militao en el último minuto del encuentro.
Estas actuaciones arbitrales y todo lo sucedido en La Liga desde aquel viaje a Pamplona que jamás debió producirse invitan al Real Madrid a seguir pensando en la Superliga para un futuro cada vez más cercano. Ya no solo por el tema económico, que también, sino porque el club blanco considera tener más que motivos para sentirse perjudicado. Antes con el 'Villarato' y ahora con la política de Javier Tebas y los árbitros de Velasco Carballo.
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