El Real Madrid montó en cólera con una acción durante el último partido de Liga. Luka Modric veía una tarjeta amarilla por una jugada irrisoria. El croata tenía el esférico en sus pies cuando fue a realizar un pase a un compañero. En ese momento se resbala y choca con un Tapia que pasaba por allí. Pues bien, Melero López, ante la mirada incrédula de los futbolistas blancos, este sábado de negro, señaló falta a favor del Celta. Es por lo que el conjunto blanco ha recurrido esta cartulina, pero el Comité de Competición la ha mantenido.

Corría el minuto 80 de partido y el Real Madrid ganaba por la mínima al conjunto olívico. Era una oportunidad clarísima con un experto lanzador como Iago Aspas preparado para patear. Una acción que nunca habría sido reclamada por jugador alguno, fue señalada por Melero López haciendo que los locales pudieran empatar el partido. Finalmente la acción la desbarató Casemiro de cabeza desde la barrera, pero la tensión del partido que iba 1-2 se mantuvo hasta el final con jugadas así.

Hasta Modric, que es un jugador tradicionalmente afable con los colegiados, no pudo contenerse para protestar por lo que acaba de suceder. Más aún cuando vio tarjeta amarilla, un castigo que acumulará para el resto de la temporada. El croata lleva tres en esta edición y a las cinco tendrá que cumplir sanción. Por una acción que no podía merecer sanción en ningún caso, el centrocampista tendrá que tener en cuenta esta cifra en el tramo final de la temporada.

Aquí el VAR no puede entrar, ya que es una jugada que queda fuera de los casos en los que entra, pero resulta curioso que el Comité de Competición haya mantenido la sanción. Se basa en el razonamiento que el colegiado del encuentro esgrime en el acta arbitral: "Modric, Luka fue amonestado por el siguiente motivo: Derribar a un contrario de forma temeraria en la disputa del balón". Al venir constatado en las reglas del juego que por esta razón un jugador puede ver tarjeta, se mantiene la decisión.

Mosqueo general

El club tiene muchas razones para estar enfadado con los últimos arbitajes que han recibido. Un fin de semana atrás, los de Zidane recibieron al Elche en el Alfredo Di Stéfano. Entonces los merengues también acabaron ganado el partido, con remontada incluida y otra vez con un Benzema salvador, pero la polémica llegó de la mano de un penalti clarísimo no señalado sobre Sergio Ramos.

Pero es que antes, en la jornada del derbi ante el Atlético de Madrid, Kroos botó un córner y el balón acabó impactando en el brazo de Felipe. En el segundo palo esperaba solo Casemiro, a quien de haberle llegado el esférico, prácticamente solo hubiese tenido que empujarlo para batir a Oblak. Lo más llamativo aquí fue que si para Hernández Hernández no hubo nada, sí para el VAR. El colegiado canario lo revisionó y mantuvo su decisión. Algo que no ocurrió este fin de semana en el Getafe - Elche.

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