Si Vinicius quisiera, este martes podría haber citado a Raphael por aquello de Mi gran noche. Y nadie se lo podría rebatir al brasileño, que dio una exhibición en Valdebebas en una de esas citas en las que salen a relucir las mejores estrellas, las de verdad. Sus dos goles contra el Liverpool, que cayó 3-1 en el Di Stéfano, ponen al Real Madrid con un pie en las semifinales de la Champions League.
Ganó el Madrid y se consagró Vinicius. De pronto, pareció como si el joven delantero se hubiera quitado todas las cargas que le han tocado soportar, muchas veces de forma injusta y sin importar su edad. No hay que olvidar que este chico nacido en Río de Janeiro en el año 2000, sin haber cumplido 21 años, lleva tres temporadas jugando para el equipo que más exige de todo el mundo.
Quizás por eso a Vinicius se le ha pedido tanto siempre, pero hubo veces que se sobrepasaron los límites con burlas y críticas que estaban lejos de buscar una reacción del futbolista. La última llegó solo hace unos días de parte de Jorge Valdano, que decía lo siguiente: "Si el cambio es Vinicius por Mbappé, la respuesta es sí". Sus palabras sobre un hipotético trueque parecieron llegarle al brasileño y el argentino, tras ver lo que hizo ante el Liverpool, añadió un "pero igual en dos años me arrepiento".
Cambiaría a Vinicius por Mbappé, pero igual en dos años me arrepiento
Vinicius celebró su segundo gol, el 3-1, respondiendo a Valdano: "Yo aquí, aquí", dijo repitiendo un gesto que ya hizo tras marcar el primero, besar el escudo. Porque Vinicius, además de una de las grandes perlas del mundo del fútbol, es madridista y le duelen las críticas que le llegan desde que le colgaron una mochila que no le tocaba. Desde fuera del Madrid le decían que su sitio estaba lejos del club blanco, pero él no les creyó.
Su gran noche
"Trabajo mucho, siempre soñé con jugar en el Real Madrid y por eso me beso el escudo", dijo Vinicius tras el partido. Es su forma de responder a los que le decían que no sabía meter goles. Pues ayer marcó dos. Y si todavía alguien duda del talento del brasileño, que le pregunten a Alexander-Arnold, el lateral mejor valorado del mundo, que acabó viviendo una pesadilla por culpa del 'menino'.
En la primera parte volvió locos a los defensas de Jürgen Klopp por su banda, desde donde partió en carrera para recoger con un control perfecto una obra de arte, más que un pase, de Toni Kroos. Vinicius definió igual de bien. En la segunda mitad, fue un balón raso y horizontal que salió de las botas de Luka Modric el que metió al fondo de la portería con un genial disparo de primeras. Acabó agotado, siendo sustituido en el 85' y felicitado por todos sus compañeros.
A Vinicius nadie le ha regalado nada. Ni siquiera su entrenador, Zinedine Zidane, que siempre ha de mirar por el bien del equipo y apartó en ocasiones a Vinicius, cuando las dudas más asolaban al jugador. El brasileño ha vivido con el técnico francés en una montaña rusa, algo propio en su edad, en los días de partidos. No así en el día a día, donde se forjan los jugadores, aprendiendo de los mejores y madurando de la mano de un entrenador que también sabe lo que es ser maltratado por la opinión pública.
Vinicius se ha ganado a Zidane. También a Karim Benzema, a quien desesperó en cierto momento de la temporada y quien ahora es su mejor socio dentro del campo. La vida de Vini, como todos le llaman, ha cambiado en los últimos meses a base de trabajo y sin un mal gesto por su parte. Así es un futbolista, ya no un niño, que ha enamorado a todo el madridismo por su forma de sentir el club y sus ganas de triunfar en el Real Madrid.
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