Royston Drenthe llegó al Real Madrid en el año 2007 como uno de los jugadores más prometedores del planeta fútbol. Pero el holandés no acabó de cuajar ni tampoco su carrera de despegar. Ahora, a sus 34 años, milita en el Racing Murcia con el objetivo de formar parte de la Segunda RFEF.

El veterano jugador ha realizado una entrevista para Voetbal International en la que habla de su etapa en el Real Madrid. De cómo se gestó su fichaje y de que para él no hubo otra opción que la del club blanco cuando conoció su interés. Pero también relata sus salidas nocturnas y quiénes eran sus 'compañeros de batalla'.

De lo primero que ha hablado es sobre su fichaje: "Durante mis vacaciones en Surinam tuve todo tipo de presidentes al teléfono. Mijatovic del Real Madrid también me llamó, Joan Laporta, del Barça y más propietarios cuyos nombres ya ni siquiera me acuerdo. José Mourinho también se puso en contacto con mi agente Sigi Lens y tenía un contrato de cinco años listo para mí en el Chelsea".

"Primero quiso ficharme y dejarme cedido en el Feyenoord durante un año antes de que llegara a Londres. Por mi parte, había decidido rápidamente que mi elección sería Real, ellos me querían de inmediato", ha agregado un Drenthe que, al mismo tiempo, ha revelado que perseguía el sueño de su vida.

"De regreso de mis vacaciones, tomé la decisión final por el Real en Holanda. Después de algunos problemas con el Feyenoord, volé en clase ejecutiva a Madrid: persiguiendo mis sueños. Varias personas del Real Madrid ya estaban esperándome cuando me bajé del avión. Dijeron: 'Prepárate, va a ser una locura'. Todo era completamente nuevo para mí. Me había vestido pulcramente con un traje. En realidad lo había comprado poco antes para celebrar mi vigésimo cumpleaños", ha afirmado.

Noches locas

El holandés también ha revelado con quién solía salir de fiesta cuando jugaba para el conjunto merengue: "He tenido noches bonitas con Guti...". "A menudo estábamos juntos con Wesley Sneijder, Robinho y Gonzalo Higuaín. Wesley y yo éramos uña y carne y podíamos cruzar la línea roja de vez en cuando. Y había veces en las que Higuaín se apuntaba", ha confesado.

"'Tengo que quedar con Wesley y Royston', se decía y nos llamaba. A veces estábamos pasando una velada en casa y llamaba a Gonzalo: 'Amigo, ponte de pie, ¡podemos hacer cualquier cosa!", ha agregado, para luego contar cómo se las ingeniaba para engañar a su familia y al resto. Se había comprometido a cortar con la fiesta, pero se fugaba para salir por la noche.

"Abrimos la verja de la finca, pusimos el coche en punto muerto y lo empujamos por la pendiente. Llegamos al final de la calle y en la rotonda encendimos el motor para que antes nadie se diera cuenta. A la vuelta repetíamos. Apagábamos el motor y empujábamos el cocho por la pendiente. A continuación, volvíamos a casa por la parte inferior y fingíamos que nos habíamos quedado toda la noche relajándonos en la parte inferior de la casa. Nadie se daba cuenta de que realmente habíamos salido", ha finalizado.

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