Éder Militao comenzó con susto su etapa en el Real Madrid. El central, que llegó procedente del Oporto a cambio de 50 millones de euros en 2019, se mareó durante la rueda de prensa de su presentación debido al estrés y a que llevaba horas sin comer nada por las prisas. Esa inocente anécdota se convirtió desde entonces en motivo de mofa para hablar del defensa.
'Limitao', 'Mareao'... muchos fueron los motes que las redes y algunos periodistas pusieron a este joven futbolista. Una falta de respeto a un jugador internacional con Brasil, como si un cualquiera pudiera vestir la camiseta verdeamarela.
El Real Madrid se fijó en Militao para rejuvenecer su defensa debido a las grandes prestaciones que había dado en la liga portuguesa. Su fichaje recordaba al de Pepe en su momento, sin embargo, la primera temporada del zaguero no fue todo lo bien que hubiera deseado.
Las dudas
Solo disputó 20 encuentros y en la mayoría de ellos no convenció. Los nervios volvieron a jugarle una mala pasada. Tampoco ayudó su labor como lateral derecho ante el Betis en el último partido antes del confinamiento. El Real Madrid perdió al igual que lo hizo con el PSG, además por 3-0, en la jornada inaugural de la Champions y en la vuelta de octavos contra el City.
Militao no lograba alcanzar el nivel que le había llevado a jugar en el club más grande del mundo. Este invierno incluso se habló por primera vez de una salida rumbo a la Premier para reencontrarse. Su nombre era un fijo en la lista de transferibles para la próxima temporada, pero entonces llegó su momento.
Las bajas de Sergio Ramos y Varane abrieron de par en par las puertas de la titularidad a Militao en la semana grande del Real Madrid. El brasileño sería de la partida para medirse al Liverpool, por dos ocasiones, y al Barcelona en El Clásico que era decisivo para La Liga.
Y Militao ganó. Lo que antes eran dudas cada vez que recibía un balón se convirtieron en seguridad. Los despejes que se erraban por centímetros, ahora acaban casi fuera del estadio. Y así, poco a poco, su figura fue creciendo en solo siete días hasta confirmarse en Anfield.
El partido de Militao contra el Liverpool fue imperial. El brasileño se convirtió en todo un mariscal junto a Nacho para cerrar la puerta y sellar el pase a semifinales. Tal fue su actuación que ahora preocupa menos el futuro de Sergio Ramos y Varane. El Real Madrid tiene presente y futuro.
Nacido para el Madrid
Del Militao más personal todos destacan siempre su buen humor y su eterna sonrisa. Él nunca dejó de creer. Sabía que podía triunfar en el Real Madrid y una vez se quitó la losa de la espalda empezó a brillar con luz propia.
Nadie sabe qué pasará cuando Sergio Ramos y Varane regresen, pero Militao se ha ganado el respeto y la tranquilidad. Ya nadie se preocupa por la defensa. Esté quién esté, cumplirá seguro.
A sus 23 años Militao se ha consagrado al más alto nivel. Sí, tiene sitio venga o no Alaba y renueve o no Sergio Ramos porque, aunque solo sea por los haters, Militao ha nacido para jugar en el Real Madrid.
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