En ocho días el Real Madrid se jugaba toda la temporada. El cruce contra el Liverpool y El Clásico contra el Barcelona estaban marcados en el calendario desde que se celebró el sorteo de los cuartos de Champions League. Una semana señalada por todos, que podía salir bien y dar alas al equipo o salir mal y dar la puntilla a la temporada. En Anfield se confirmó lo primero.
El Real Madrid sale muy reforzado de una carrera con obstáculos de ocho días en los que, además, se han sufrido los positivos de Varane y Sergio Ramos y la lesión de Lucas Vázquez. Pero la plantilla de Zinedine Zidane ya está en semis de la Champions, donde se medirá al Chelsea, y a solo un punto del liderato de La Liga. Los títulos ya se pueden rozar, aunque todavía falta rematar la faena.
Zidane, que sabía mejor que nadie lo que se jugaba el Madrid y cómo afrontaba el equipo esta semana, dio la clave de su equipo en la rueda de prensa en Anfield: "Estamos todos juntos y el equipo siempre está ahí y quiere más", decía al ser preguntado sobre su propio mérito en el cambio merengue. ¿Cuáles fueron las claves blancas durante su semana mágica?
Militao y Nacho, dos gigantes
La eliminatoria del Liverpool y El Clásico deja dos grandes reforzados: Militao y Nacho. No echar de menos a Sergio Ramos y Varane era una misión complicadísima, especialmente en esta fase de la temporada. Puede sonar extraño, pero nadie se ha acordado de ellos y es todo mérito del brasileño y el madrileño. Por arriba, cerrando espacios, al corte... Recital de los dos.
Las actuaciones de Militao en este carrusel de tres partidos son de esas que marcan un antes y un después en una carrera. Lo de Nacho, que ya viene de más atrás, está siendo para que Luis Enrique se replantee llamarle para la Eurocopa.
Explosión de Vinicius
Que Klopp insistiera tanto en frenar a Vinicius en la vuelta era fruto de exhibición en la ida. Su doblete puso al Real Madrid con pie y medio en las semis de Champions y el Liverpool le señaló en Anfield como el objetivo a 'secar', aunque aún así el brasileño dejaría las sensaciones de mayor peligro del equipo.
En estos ocho días su confianza se ha disparado y no hay quien le mueva ahora mismo del once titular.
El gas de Valverde
El regreso de Fede Valverde de su lesión a tiempo fue un alivio para el Madrid antes de la semana más importante de todas. Aún así, Zidane prefirió sacarle desde el banquillo en la ida del Liverpool. Contra el Barcelona ya salió de inicio y para muchos fue el mejor del partido, aunque le salió caro a su pie que acabó maltrecho.
La lesión de Lucas obligaba a cruzar los dedos para que el uruguayo llegara a Anfield. Hizo lo imposible, se infiltró y jugó los 90 minutos cubriendo el lateral derecho de las embestidas de Mané, primero, y acabando en el centro del campo para terminar de dejar sobre el campo lo que le quedaba. Es un héroe, solo había que ver su pie.
Courtois, en su sitio
Desde hace mucho tiempo que el Real Madrid es, posiblemente, el equipo con mayor seguridad bajo palos. A Thibaut Courtois se le insiste, en ocasiones, en poner por detrás de Jan Oblak o Marc-André Ter Stegen, pero la temporada que está haciendo es para que le den el The Best para los porteros y le pongan un monumento en el césped del Santiago Bernabéu cuando acaben las obras.
Siempre que ha tenido que parar, ha parado. Ayer en Anfield, más que nunca en comparación a los partidos recientes. Ahí estuvo, con cuatro paradas que valen una eliminatoria y sobre todo aportando seguridad en cada jugada próxima al área blanca.
Al son de la CMK
Nunca sobran los elogios para Casemiro, Modric y Kroos. La de años que llevan juntos y siguen siendo más que claves en el Real Madrid, siendo titulares en los tres partidos de esta semana llena de emociones y siendo protagonistas. Cada uno a su modo.
Kroos pone los pases largos de fantasía (también un gol de falta al Barça), Modric la energía y el tictac del juego del equipo y Casemiro ese don que solo tiene él, con el que con una falta (muy) dura sobre Milner se 'venga' de las entradas tan extremas que antes habían sufrido él y Benzema, de parte de Fabinho y el propio Milner, y, de paso, corta de cuajo el brusco juego con el que empezó el Liverpool en los cortes. Eficiencia de los tres.
[Más información: La obra de Zidane: su "dejadnos pelear" que hizo grande al Real Madrid]