El Real Madrid - Sevilla ha sido uno de los partidos más polémicos que se recuerdan. Los blancos reclamaron varias acciones en las que se consideraron ampliamente perjudicados, pero especialmente en la acción que decidió el encuentro, un penalti pitado sobre Militao por mano cuando el jugador brasileño se encontraba de espaldas al balón. En esa misma jugada, Benzema fue objeto de pena máxima, pero no se señaló porque prevalecía la jugada anterior.
Además, el Madrid también pidió un penalti por mano de Diego Carlos, vio como le anulaban un gol por fuera de juego y en el primer tanto del Sevilla, la jugada llega precedida por una dudosa falta de Casemiro sobre Joan Jordan. Un partido de esos que llaman calentitos.
El madridismo terminó el duelo contra el Sevilla con un enfado tremendo ya que se consideran gravemente perjudicados por el árbitro y por las decisiones tomadas por el VAR. Además, tal y como reconoció minutos después del encuentro el Director de Relaciones Institucionales del club, Emilio Butragueño, se tiene la sensación de que las decisiones que no están claras siempre terminan perjudicando a los mismos.
Así ha sucedido con el penalti señalado a Eder Militao dentro del área. Es una realidad de este nuevo fútbol que los árbitros y quienes dirigen sus estamentos han conseguido que nadie entienda una regla que está rompiendo el fútbol. Nadie sabe cuando se debe señalar una mano o cuando no, cuando da igual que sea voluntaria, cuando está separada del cuerpo, donde empieza o donde termina.
Lo que sí parece que está claro es que ante la duda, al Real Madrid sí se le señalan. Así ha sucedido esta temporada con jugadas muy parecidas a la de Militao, en ocasiones incluso más claras, y sin embargo se han dejado a la interpretación del árbitro. En el partido contra el Sevilla no hubo esa opción ya que el VAR llamó a Martínez Munuera para que revisara una jugada que terminó en el área contraria con un claro penalti a Benzema que, además había sido señalado.
Carvajal explota
Todo esto hizo estallar a los madridista y en especial a uno, a Dani Carvajal, que dejó en sus redes sociales un contudente mensaje: "Qué vergüenza". El lateral derecho del Real Madrid, fuera de la disciplina del equipo blanco por una lesión muscular, no pudo evitar reaccionar ante lo que estaba pasando en el Estadio Alfredo Di Stéfano.
El canterano blanco recogió con una instantánea y dos palabras lo que todos pensaban, que el Real Madrid estaba siendo atropellado por las dudas arbitrales en el momento más crítico, cuando se estaba jugando La Liga a tumba abierta contra un duro aspirante como el Sevilla. Ahora, los blancos han visto como se quedan sin opciones de depender de ellos mismos cuando solo resta tres jornadas del campeonato nacional.
A pesar de todo, en el Real Madrid no quieren perder la esperanza y ya sueña con ganar los tres partidos que le restan al curso y esperar que el Atlético de Madrid vuelva a pinchar como ya lo hizo este sábado en el Camp Nou frente al FC Barcelona.
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