La temporada de Luka Modric en el Real Madrid no ha sido del todo buena a nivel colectivo. Sin embargo, el croata ha acabado como uno de los mejores jugadores en términos individuales y ha alejado todas las críticas que le daban por sentenciado por su edad. A sus 35 años, el croata jugará con 36 vestido de blanco para seguir enamorando al fútbol mundial.
Por delante, el veterano tiene meses para soñar con Croacia y otros tantos para adaptarse a su nueva situación en el Real Madrid. Su selección participa en una Eurocopa donde ningún partido está siendo sencillo. Y el equipo merengue, al que se incorporará pasado el torneo y tras un pequeño descanso, inicia una nueva etapa con Carlo Ancelotti a los mandos. Dos fases muy diferentes pero en las que Modric será protagonista.
La Eurocopa, sin ir más lejos, puede suponer uno de los últimos grandes torneos con la selección croata. Modric cumplirá esos 36 años en septiembre, por lo que llegaría a un hipotético Mundial de Catar ya con 37. Una paulatina despedida que el centrocampista no quiere realizar por la puerta de atrás, sino acompañado de éxitos con su país en defensa de su brazalete.
Croacia, cabe recordar, mantiene sus opciones de clasificarse para octavos y Modric quiere liderar ese sueño. Con el recuerdo de la gran final del Mundial disputada en 2018, el centrocampista comanda como capitán a un grupo que busca obrar lo que, por el momento, parece un milagro. Llegar lejos en la Euro supondría todo un impulso anímico para un Modric que no ha tenido meses fáciles. Una vez concluido el torneo de selecciones, llegará el momento de pensar en el club.
Tras firmar su renovación con el Real Madrid por un año, y dejando claro que espera poder disputar titularidades mientras el físico se lo permita, Modric quiere encumbrarse para llegar en las mejores condiciones a la entidad merengue en la que puede ser su última temporada de blanco.
Nuevo papel con Ancelotti
Luka Modric y Carlo Ancelotti se conocen a la perfección. Ambos coincidieron en la primera etapa de técnico italiano en el Real Madrid, por lo que la conexión se da por descontada. Sin embargo, la situación del centrocampista y del propio equipo merengue es bien distinta en esta próxima temporada. Ni el croata sigue teniendo el mismo fondo físico ni el equipo blanco tiene una plantilla consolidada.
Y es que será Ancelotti quien tenga que rearmar un proyecto que espera un fichaje estrella como el de Mbappé y que puede sufrir numerosas bajas. También estará en manos del italiano la transición que se espera que viva el centro del campo del Real Madrid. Modric atraviesa sus últimos tiempos en la élite merengue y el entrenador tendrá que abordar ese cambio de galones en la dirección del equipo.
La reincorporación de Odegaard y el ascenso de jóvenes son las tareas de un experimentado Ancelotti, que deberá trabajar para que el descenso de Luka, figura clave en el funcionamiento del Real Madrid, no pase demasiada factura al equipo.
La gestión de los minutos, que en la última campaña con Zidane no tuvo demasiados descansos, y su adaptación física, son las incógnitas a resolver por Luka Modric y su entrenador en el Real Madrid en los próximos meses.
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